Últimos requilorios del verano

Raúl Carreras

Lucían en la tibia amanecida
tres fuegos deslumbrando mi pupila,
el sol que tempranero nos vigila,
sus ojos complicándome la vida.

Tres luces que en la corta despedida
se apagan si una nube se perfila,
y nubla al sol y al ojo que vacila
huyendo presto a cada acometida.

No quiso la mañana que prendiera
la llama de pasiones transitorias
y todas las caricias ilusorias
tornaron del capricho a la quimera.

Se extinguen los luceros y la noche
y queda la amargura del reproche.

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Comentarios4

  • Miguel Ángel Miguélez

    Muy bonita, por detallista y precisa, la descripción poética del amanecer 🙂

    Buen soneto Raúl.

    ¡Salud!

    • Raúl Carreras

      Muchas gracias, Miguel Ángel. Un saludo.

    • Antonio Miguel Reyes

      Grande poeta
      Felicidades

      • Raúl Carreras

        Muy agradecido, Antonio. Un saludo.

      • Rafael Escobar

        Muy bien logrado tu soneto isabelino a esas impresionantes pinceladas que sabe pintar la madre Naturaleza para nuestras sorpresas y regocijo. Mi fraternal abrazo te lleva mi saludo y grande admiración.

        • Raúl Carreras

          Muchas gracias por tus palabras, poeta.

        • Marilyn💎

          Es la primera vez que lo leo y me ha gustado mucho su poema. Pasaré a visitar sus otras creaciones.
          Saludos

          • Raúl Carreras

            Muchas gracias, Marilyn. Un placer recibirte en mis letras. Espero que te gusten el resto de mis poemas.

            Un saludo.



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