Oración en Hill street

argantonio

Dejad que el sol me penetre.                           hasta lo más hondo de mis entrañas .         y cure viejas heridas.                                .   .                              .                                               Que está noche ha sido demasiado larga. y la oscuridad me confundió las imágenes! Como necesite el amanecer! salir de la noche embaucadora, como un viento de promesas girando sin fin, y ahora entre luces vuelvo a ti desnudo pero esperanzado, comparto el secreto de los lunáticos que duermen al pie de las grandes bibliotecas sobre el cesped             olvidados.                                                                                                                                        Allí donde todas las ciencias no han podido redimirme y duermen un sueño de polvo dentro de la pirámide.                                                                                                           Dadme el sol, fundirme con la luz del medio día que no cesen los viandantes que a mi me encontrareis junto a este árbol con una sonrisa inexplicable.

Ver métrica de este poema
  • Autor: argantonio (Offline Offline)
  • Publicado: 19 de septiembre de 2022 a las 06:50
  • Comentario del autor sobre el poema: Durante mi estancia en Los Ángeles fui con frecuencia a la biblioteca pública y allí nunca me sentí solo, guardo un hermoso recuerdo
  • Categoría: Fantástico
  • Lecturas: 15
  • Usuario favorito de este poema: Ben-..
Llevate gratis una Antología Poética y suscribite a Poemas del Alma ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales

Comentarios2

  • Ben-.

    Comparto la belleza del poema, aunque las salas de las bibliotecas en cuanto a la gente que las llena, son, según mi observación, horripilantes; no obstante, coincido estimado Argantonio, en que los libros son el mejor amigo del hombre y de la mujer, un abrazo...

  • argantonio

    Ben, en le gigantesca ciudad de L.A o de los Ángeles me encontraba algo solo y en los monumentos y bibliotecas encontraba la compañía que necesitaba, conservo un recuerdo inolvidable, visitando la misión de la ascensión, noté un golpe fortísimo en la cabeza, miré hacia arriba y era un águila que cuidaba sus polluelos, Ben me alegro mucho tener noticias tuyas, hasta pronto



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.