¿Perdón?

¿Qué tan dispuestos estamos a perdonar?

 

Criticamos, juzgamos, rechazamos todo lo que no sea igual a nuestros pensamientos,

esos que se ondean como aurora boreal transitando por sobre todo lo que hay alrededor. 

Duele mucho, duele mucho cuando el corazón entregas y es lastimado, traicionado, herido profundamente.

Cuesta no sentir Dolor, rencor, rabia, impotencia y un miedo que recorre cada poro de tu piel.

 

¿Qué tan dispuestos estamos a perdonarnos? 

Es una pregunta que no nos hacemos hasta que llega un día donde sentimos que el mundo se nos acabo por nuestras malas ambiciones y acciones.

Es difícil poder perdonar nuestros errores,  nuestras faltas hacia esas personas que amamos  y que sabemos que herimos tan grandemente...  nuestras faltas hacia nuestro carácter, hacia nuestra moral, hacia nuestra dignidad. Cada recuerdo es un castigo,  un látigo en nuestras espaldas, somos nuestro propios verdugos.

Pero quien sea perfecto que lance la primera piedra... nadie te juzga, no seas tu quien lo haga... Libérate y date fuerzas, la vida da oportunidades. 

¿Qué tan dispuestos estamos a aceptar que nos perdonen?

 

Depende de que tanto nos colocamos en los zapatos del otro. 

Si no nos perdonamos a nosotros mismos no podremos aceptar el perdón de alguien mas.

El perdón implica una decisión de dejar atrás el rencor y los pensamientos sobre venganza.

El perdón viene de una fuente divina que nos perdonó primero... setenta veces siete hay que perdonar, a ti mismo y a otros.

 

No somos perfectos... no para otros, no para nosotros mismos... 

 

Todos merecemos el perdón y debemos aceptar el perdón.