Perro compartido

Joseponce1978

Dos agricultores cuyos huertos lindaban el uno con el otro, hartos de sufrir continuos robos de sus hortalizas, aparte de repetidos destrozos por parte de conejos y jabalís, acordaron vallar sus parcelas de terreno, y así lo hicieron, cercando el perímetro de ambos terrenos sin creer conveniente colocar una valla mediana que separase ambos, porque muchas veces compartían los aperos de faena y pensaron que una valla en medio no haría sino estorbar.

La valla no les dio el resultado esperado porque, aunque consiguieron atajar el problema de los jabalís y los conejos, los robos continuaron sucediéndose, sobre todo después de haberse pasado la temporada esforzándose para sacar adelante sus cultivos, cuando las hortalizas estaban listas para ser cosechadas. Los ladrones agujereaban la valla para llevarse gran parte del fruto.

Ante esta situación, para reforzar la seguridad, a los agricultores se les ocurrió adquirir un perro mastín como método disuasorio para que les guardase el terreno, con la confianza de que así cesarían los robos. Dicho y hecho, consiguieron un precioso cachorro de mastín, le construyeron una caseta en medio de los 2 huertos, y decidieron cuidarlo al alimón mientras el animal crecía aislado de cualquier persona que no fuesen ellos para enseñarle a proteger el terreno ante los intrusos. Entre los 2 se alternaban la responsabilidad de alimentarlo o desparasitarlo. Como ambos acudían a diario al huerto, algunos días le daba de comer uno y el resto de los días el otro.

Pronto empezarón a notar que cuando uno de ellos le daba de comer, el animal permanecía todo el día a su lado y no obedecía a los reclamos del otro, y viceversa, aunque tampoco importaba demasiado, y aceptaron también alternarse su compañía.

Al momento de acercarse la cosecha, el mastín ya era un perro adulto imponente, lo cual tranquilizaba a los agricultores, confiando en que ese año no tendrían pérdidas por robos. Se equivocaron, y una mañana, cuando uno de ellos llegó dispuesto a empezar a recoger sus verduras, se encontró con un boquete en la valla y comprobó que había desaparecido la mitad de su cosecha. En un acto reflejo, echó un vistazo a su alrededor y vio al perro tumbado tranquilamente en la parcela del otro agricultor, cuyas verduras no habían sido tocadas.

En ese momento cayó en que la última semana había sido el otro agricultor, y no él, quien le había dado de comer al perro, y tal vez por eso el animal hubiese impedido el robo a su vecino, pero no el de su terreno. Entonces decidió darle él de comer desde ese día y así guardaría su parte. Empezó a llevarle diariamente bolsas de carne, que el animal devoraba con avidez, lo cual, como había previsto, provocó que el perro no se moviera de su parcela.

Pasados unos días, fue el otro agricultor quien llegó primero a la finca y se encontró con la misma papeleta: a él le habían saqueado la cosecha y el perro descansaba plácidamente sobre la tierra de su vecino.

Ante tal imprevisto, convencidos de que el animal solo guardaba la parcela de quien le daba de comer, decidieron que le dejarían la comida en el suelo en medio de ambas parcelas cuando estuviese distraído, y entre los 2 lo llamarían para que viniese a comer sin que pudiera determinar de cual de ellos provenía el alimento. Así lo hicieron hasta que una mañana llegaron a la finca y se encontraron las 2 parcelas saqueadas y al perro durmiendo dentro de su caseta. Enfadados, sin caer en la evidencia de que se estaban robando mutuamente, decidieron deshacerse del animal tras acusarlo de ineficaz.

 

Moraleja: perro con más de un amo, ni guarda ni atiende a reclamo.

  • Autor: Joseponce1978 (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 24 de agosto de 2022 a las 07:33
  • Comentario del autor sobre el poema: Los agricultores no se suelen robar entre ellos, y son los intermediarios que hay entre el propio agricultor y el supermercado donde se vende la fruta o la verdura al consumidor quienes se llevan los mayores beneficios del duro esfuerzo de trabajar la tierra. Es por darle un poco de sentido a la historieta.
  • Categoría: Fábula
  • Lecturas: 35
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