Te fuiste de repente sin tiempo para nada,
y por primera vez supimos que los ángeles
también fracasan.
Han pasado tantos años...
Ya quedamos pocos, de los de entonces,
55 años es suficiente tiempo para borrar
la juventud olvidada..
Pero seguramente
algunos recordarán tu risa muda:
el chiste podría provocar genérica carcajada,
pero tú, con la boca abierta,
muerta literalmente de la risa
siempre parecía que te ahogabas.
Realmente era grandioso.
Verte reir nos divertía tanto...
Y es que tú te reías con el alma.
Y así pasaron los años del "Pre",
y nos graduamos.
y cada quién tomó su nuevo camino.
Recuerdo que fuiste tú la primera en casarse,
y en salir embarazada,
y casi terminabas el primer año en medicina...
Pero la muerte llegó de golpe:
un ataque cerebral fulminante.
nos dejó a todos con el alma destrozada:
¡Falleció Isabel Cristina!
Nadie podía entender lo que pasaba...
Y por primera vez en la vida supimos
que los ángeles también fracasan...
Por eso dejamos hoy constancia
de aquella triste historia
para que tú memoria no quede
totalmente olvidada.
Frank Calle (20/ agosto/ 2022)
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Autor:
Frank Calle (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 20 de agosto de 2022 a las 02:41
- Categoría: Triste
- Lecturas: 22
- Usuario favorito de este poema: Omaris Redman.
Offline)
Comentarios1
Que triste historia, gracias por compartir, saludos cordiales,
Gracias amiga Omaris, es un recuerdo muy triste. Como viviamos en el mismo barrio, mi esposa y yo (que entonce éramos novios) teníamos con ella mucha afinidad, como la mayoría de los demás, y frecuentábamos las mismas fiestas y diversiones de entonces. Hasta que un día todo se acabó...
Ni siqueira supimos que pasó con la criatura (una niña que no estaba a término). ëramos tan jóvenes que ni siqueira sabiamos cómo enfrentar esto con su familia y el esposo (que no era de nuestro grupo) y aceptamos lo que se dijo, que los médicos trataron al menos de salvar a la criatura. Pero el golpe para nosotrosfue literalmente paralizante, y el tiempo fue pasando y ya no supimos nada más, pues en realidad ella vivía a unos 2 kilómetros de distancia, de donde viviamos los demás. Por tanto, eso dejó en mi memoria una deuda sin saldar, por más de 50 años. Y como dice el viejo refrán, mejor tarde que nunca.
Un abrazo,
Frank
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Wao, que difícil debió ser una situación tan trágica siendo todos tan jóvenes... son golpes que nos marcan de por vida, saludos Poeta,
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