Todos se van

Santiago Chacón M.

Todos se van, primero el abuelo, después mi tío, luego mi primo, y así sucesivamente, muchos se han marchado sin decir adiós. 

La abuela está muy vieja, ya no tiene muchas ganas de vivir, pero tiene miedo de morir, veo en sus ojos el peso de los años, la fatiga de la vida, las cicatrices que el tiempo marcó en ella. Mi padre ya tiene canas y mi madre igual, todos se van, casi todos con un triste final, perdiendo la batalla entre la vida y la muerte, nada es cuestión de suerte, observo en silencio como todos mi seres queridos emprenden un vuelo a lo desconocido para nunca volver.

Los mejores momentos los tengo guardados en un carrete fotográfico grabado en mi mente, y en cada partida hace una proyección de sus vidas en comunión con la mía, y al final de la reflectiva presentación se añaden más recuerdo y así continuará hasta que yo sea parte de ese carrete en la memoria de alguien más.

Todos se van, se marchan sin decir adiós, "nos vemos allá" con eso me consuelo.

Todos se van, todos se marchan.

- Santiago Ch.

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