Frases dedicadas a los niños, a la inocencia e infancia - I entrega - Con audio.

Diccionario Poetico - Sinergia Literaria



 

Frases dedicadas a los niños, a la inocencia e infancia - I entrega

 

¿Algo sublime que motive al poeta? El deseo de su niño interior por conquistar un orbe sin vicios, lleno de inocencia y pureza.

 

Besarte quisiera por vez primera con la inocencia de un niño, y recibir en pago mil de vuelta con mucha ternura y cariño.

 

Como padres o como maestros nunca debemos desestimar que nuestros niños también nos evalúan.

 

De niño quise tener una mascota, mi padre como siempre tan pobre pero tan comprensivo, solo pudo comprarme una hormiga y me enseñó la diferencia entre pobreza y humildad.

 

Educar a un niño es como sostener una pasta de jabón húmeda entre tus manos, si la aprietas con mucha fuerza sale disparada de entre tus dedos, y si la dejas libre se te resbala, una presión suave pero firme la mantendrá controlada. Los extremos siempre serán viciosos en materia de enseñanza.

 

El rostro en un niño no maltratado es la morada permanente de la alegría y la sonrisa espontánea, señal inequívoca del por qué Dios apuesta el futuro de su Creación en su candidez.

 

El solo acto de plantear una guerra contra el prójimo por un absurdo mandato de tu doctrina religiosa es una cruel torpeza, pero más torpe y criminal aún, es involucrar en esos actos fratricidas a los niños que en su inocencia no conocen de odio, ni muerte, ni maldad que infunde el terrorismo.

 

En apariencia pudiésemos hablar de extravíos como actos naturales cometidos en la infancia, sin embargo, solo es la beligerancia de un adulto que, cegado por errados paradigmas, busca chivos expiatorios en su niñez que desdeña con torpeza y arrogancia.

 

Es una torpeza de esperar que los niños aprendan y practiquen valores en la escuela, allí solo se complementa, se refuerza y se pule esa gran responsabilidad que corresponde a los padres en el hogar.

 

Garullada de recuerdos en que desfilan fraternales nexos entre niños, mozos y hasta los más adorables de experimentados y letrados viejos.

 

Jesús: Bondadoso maestro que jamás gritaría a los niños y que siempre los quiere a su lado.     

 

Jugar, una forma muy pedagógica de iniciar e incentivar en los niños el gusanito de la curiosidad, y a futuro de indagar e investigar.

 

Juguete: Objeto infantil que nos permite tener presente al niño que llevamos interiormente, pero que no debemos confundir con el amor ni los sentimientos.

 

Llegamos al mundo, vestidos humildemente solo con la aureola de la candidez infantil, no aspiremos irnos trajeados con las mejores galas terrenales.

 

Los sueños infantiles distan mucho de la realidad de ese niño cuando llega a adulto, indudablemente no porque se abandonen en el camino, sino por un mundo lleno de prejuicios que no le permiten mayores libertades o por un destino caprichoso con inefables designios.

 

No coloques la carga insoportable de pesados hierros de trabajo sobre los hombros de los niños, eso sería asesinar su infancia, pero sí al menos el de los útiles libros.

 

No debería existir diferencia entre un niño y un adulto, pero la hay. Se llama “edad”, a la que se le agrega una cantidad impresionante de vicios y prejuicios.

 

Tal vez suene hasta muy infantil, pero un docente que excluya el juego como estrategia, desconoce el potencial y fortaleza que desestima en las actividades lúdicas.

 

Hermes Varillas Labrador

#FormandoCiudadanía & #ElArcoIrisDeLosNiños

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