MI ABUELO ELIAS

rosi12

 

MI ABUELO ELIAS

Tengo algunos recuerdos de mi abuelo Elías, que vino de Esmirna a la edad de catorce años solo, al cuidado de una señora y su hija y terminó él cuidando de ellas, porque se enfermaron en la larga travesía-

El tenía un hermano mayor, que se había venido antes a la Argentina y sabía que estaba en el norte.Se encuentran finalmente, para él, el norte argentino no era muy aliciente, para quedarse. Es así que toman un barco que los trae a Montevideo. El de origen sefaradí, hablaba en su casa, ladino, es decir, el español antiguo.Tuvieron que venirse: porque en su ciudad natal, había que hacer el ejército que era obligatorio. O sea, era más un equivalente a morir, además me contó un tío que actualmente tiene noventa y siete años, que también estaban asustados porque veían pasar cadáveres, por una gran epidemia de cólera. Algunos de sus hermanos emigraron a Egipto, una murió a dar a luz, por eso a una de sus hijos la llama Judith, Sara, en referencia a su hermana muerta. El otro hijo, que tiene, es mi padre, que lo llama David, de acuerdo a la tradición, habían tres hombres  más o menos de la misma generación con el mismo nombre y apellido. El era un hombre muy inteligente, que no tuvo infancia, siempre decía que aprendió a nadar en el Mediterráneo,  porque los tiraban desde el muelle al agua, o aprendías o te ahogabas….El le enseña a nadar a sus hijos en la playa de Malvín, donde primero tuvieron un rancho para veranear y luego construyeron una casa..Aunque también tuvieron el río Olimar, pero ciertamente en el agua dulce se flota menos. Mi padre, intrépido esperaba que el río estuviera crecido, para tirarse del puente por donde pasaba el tren. Sin embargo mi abuelo le tenía mucho respeto al agua, supe que una vez estando acá salió a socorrer a una persona que se estaba ahogando.El era de pocas palabras, a mi abuela que era veinte años menor. El, le había pagado a su familia la dote, eran descendientes de italianos. Todos ellos se conocieron en una ciudad de Uruguay, Treinta y Tres, que hace alusión a los treinta y tres orientales que desembarcaron en la playa de la Agraciada-, logrando la independencia.El tiene primero un reparto, de casa  en casa, con una canasta, con artículos de ramos generales. Tiene un socio de la colectividad en Montevideo, que le enviaba, por encomienda los artículos.En Turquía asiste tres días a la escuela, y dijo que ya sabía todo lo que tenía que aprender. Hacía las cuentas en el aire, todo un personaje. Le gustaba tomar cerveza, fumaba, muy trabajador, y dominante, los hace estudiar a todos los hermanos de mi abuela. Una, Yolanda, es maestra, el mayor también y al menor lo hace estudiar para notario. También era hábil,con sus manos ya que era él, que planchaba en la casa, hacía los mandados, y en sus tiempos libres, sabía hacer alfombras.Era implacable, creo que desde pequeña , supe que casi todo el mundo mentía, menos él. Yo lo conocí, cuando era para mí un anciano, con cabello blanco y un temblor, natural por la enfermedad de Parkinson.Tengo algunas anécdotas que me pararon en seco…Una vez me dijo :si tú te quieres parecer a mi,tienes que empezar por hablar bien….yo era muy medio lengua, hasta bastante grande, pongámosle, hasta, antes de empezar el jardín pre-escolar. En aquel tiempo empezaba la escolarización a la edad de cinco años, donde asistí a la primaria pública, del barrio. Asistíamos con mi hermana mayor, a veces acompañadas y otras solas, Nuestra madre nos había enseñado, a cruzar la calle mirando hacia los dos lados y que no nos, fiáramos, tampoco de la gente…Por aquel entonces en Montevideo habían trolley buses, y el 62 tenía la parada en la esquina de mi casa.

Ese trolley, salía de Pocitos hasta la Ciudad Vieja. Siendo más grande me lo tomaría para visitar a mi padre que trabajaba allí como notario, en el estudio de un tío italiano. Mi abuelo no lo dejó trabajar, hasta que no finalizara los estudios así que se diploma a la edad de veinticuatro años, y se casa con mi madre. Retomando a mi abuelo Elías, cuando él me dijo: de si yo quería parecerme a él le dije NOOOOOOOOOOO Y él me dijo: QUEEEEEEEEEEEE?Ahí mi madre intervino, y le dijo don Elías, imagínese,  Rossanita, a su edad, le gustaría parecerse a Blanca Nieves, o a la Cenicienta…Y lo ve a Ud,  un señor mayor con cabello blanco no estaría siendo su ideal…. Recuerdo que no contestó nada. Iba con nosotros a pasar las vacaciones, ya que había quedado viudo mi abuela . Ella muere joven de cincuenta y cuatro años, de un cáncer de ovarios, en ese entonces yo tenía cinco años. Recuerdo soñar con ella, era muy grande le llevaba dos cabezas a mi abuelo y no reparaba en su altura, era muy coqueta, y usaba igualmente tacones. Lo había tenido a mi padre, de dieciocho años, creo que tuvo una gran crisis post- parto, porque  mi padre, fue criado más por sus abuelos, su tía Yolanda, que era maestra rural, y él la acompañaba a campaña, donde le daban un rancho para vivir y dar clases a los niños A veces el río crecía y decían, que tenían que cruzar trepados a los alambrados….Mi abuelo era sufrido, cuando mi abuela le preguntaba Y  ¿YYYYYYYY, Elías?….El le contestaba Y, es solo una letra. Comía si había de comer, mi abuela siempre fue una excelente cocinera, aprendió de su madre la cocina italiana y también aprendió a hacer comida turca. En Treinta yTres, se desarrolló la infancia de mi papá, entre una casa y otra. Una vez, este tío Cacho, que era el menor de los cuatro primos de mi padre, con el cual sigo viendo, vivían en Montevideo. Eran hijos del hermano de mi abuelo, que se llamaba Alberto, y habían puesto una tintorería con su señora.La tía Anita, que también sabía coser. Recuerdo que mi  papá, siempre, la recordaba con mucho cariño. Porque dadas, las travesuras de mi padre, mi abuelo aplicaba un correctivo, de descargas eléctricas. La tía Anita, le dijo a mi abuelo: tú no sabes criar hijos varones .Ella tenía cuatro, así que le dijo que el secundario, lo haría mi padre, en Montevideo en su casa donde vivían ellos en la Aguada. Interín, llega mi bisabuela Rebeca, que había quedado viuda, procedente de Esmirna  y no quiere irse a vivir con ninguno de sus hijos, ya que no habían mantenido ninguna tradición .Y se queda a vivir donde todos los inmigrantes, quedaban en la Ciudad Vieja. Alquila una habitación en un condominio, con sus coterráneos. Era una señora, de ojos azules, y muy blanca….según me contaron y preparaba en su habitación, que rentaba dulce de rosas. Supongo que también compartirían la comida… otras costumbres que mantiene , como fumar en chala, liaba el tabaco…Ella cuando muere, no se sinceramente cuanto tiempo después de llegar a Montevideo, pero supongo unos cuantos años porque sus nietos, iban solos, incluido, mi padre iban a visitarla. Es enterrada, en La Paz, en la parte antigua del cementerio israelita donde está su lápida con una fotografía. Tenía también su carácter, y también era tradicionalista para la época, un primo de mi abuelo era,jasán,  son los que estudian para rabino pero se dedican más a preparar a los jóvenes para recibir el bar mitzvá, a los trece años el varón y a los doce años las chicas. Supongo que asistiría al gran templo sefaradita, en la ciudad vieja, hoy en día cerrado. Ya que los jóvenes, antes se casaban ahí, pero ya hace tiempo que no queda gente que asista a la sinagoga, habitualmente. Creo que se necesitan para el primer rezo del inicio del shabat, doce varones. Es un templo enorme, y su mantenimiento costoso, creo que lo abren puntualmente, o el día del patrimonio histórico. De Elías, tengo otro recuerdo de él. Cuando yo tendría siete u ocho años, nos vamos a cenar pizza, de la casita del balneario a la noche. Y cuando regresamos, veo a uno de mis gatos, que recogía en el monte. Porque abandonaban las crías ahí, y yo que en Montevideo, no tenía contacto con animales, era toda una fiesta ir al monte, les hacía una casa con paraguas, les daba leche….lo que podía .Esa noche, la recuerdo como si fuera hoy, en el pedregullo el gato destrozado por la rueda del coche, esa imagen ensangrentada…(Los gatos suelen buscar lugares más calientes, y se habia puesto en la rueda del coche, cerca del motor) .Lloraba sin consuelo, y mi abuelo me dijo deja de llorar, QUE DEJAS  PARA MI , QUE PRIMERO SE LLEVO A MI NEGRA, Y LUEGO A MI HIJA…..Y QUEDE SOLO….Su hija, mi tía Judith , no había muerto, solo que vivía en Chile, su esposo había sido tupamaro, había logrado enterarse, a través de un amigo personal, que tenía toda su familia militar, que le darían captura. Huye a la Argentina y luego se instala en Concepción, en Chile, donde ejerce como médico y profesor de facultad. Mi tía, tiene por un mes la casa ,allanada, con soldados en Malvín, donde también mi abuelo, residía en  la habitación de más adelante, que habían hecho una extensión de la casa, mi abuelo Elías. allí, el vivía cuando quedó viudo, y los consuegros pasan a vivir donde él vivía, con mi abuela en la casa de abajo. Las dos casas se comunicaban por una escalera interna. Atrás en el fondo, mi abuelo había plantado un parral, para que diera sombra, en verano, donde yo le tenía mucho miedo, porque caían unos bichos peludos verdes, que picaban. Y un pitanguero , ese, si me gustaba, el abuelo se quedaba rato largo regándolo, también lo había plantado en mi casa .Sería una tradición la del pitanguero….Es decir, mi tía sale del país, por un salvo conducto, del amigo de mi tío, con sus tres hijos. Recuerdo que vamos a despedirla al aeropuerto de Carrasco, desde la terraza, que se veía la pista, ahí vi a mi abuelo, sacar el pañuelo, y alguien le ofreció un abrazo pero él enojado rechazó, se metió para adentro del aeropuerto, creo que dijo hay que joderse.., y no habló más estaba furioso.….Ellos vivirían en Concepción, donde los visitamos, Mi padre, maneja por Argentina ,con nosotros mi madre mi hermana .Antes de llegar a Chile, había un túnel cavado en la montaña-El paraje se denominaba Las Cuevas. Era la frontera entre Argentina y Chile pasaba el tren y los coches, en un sentido y en el otro, que coordinaban los pasajes de una frontera a otra. Miraba, como caía agua ,desde la roca. que atravesaba la montaña. Con las ruedas a los costados de las vías del tren. En las Cuevas, nos vino el sorocho o mal de alturas, esa noche casi no dormimos, teníamos dos habitaciones unidas, por el cuarto de baño. Andábamos agitadas, sin saber lo que nos ocurría. Habíamos cenado y deambulábamos, por la habitación. Mi madre para tranquilizarnos, nos dice: miren que lindo y abre la ventana del baño. Y ahí está imponente una montaña con nieve, resplandeciente por la luna, brillaba Y dice Ayyyy  no mejor no ,y la cierra rápidamente….Mi padre que era siempre de levantarse temprano, viene con la buena nueva, de que estábamos apunados, por la altura por eso nos costaba hablar, y nos faltaba el aire. Siempre viviendo al nivel del mar…….y con total y absoluto desconocimiento, llegamos de una, a esa altura de la cordillera. Era verano, entonces, habían, deshielos de la montaña, y la ruta tenía esos inconvenientes. Mi padre ve un conscripto en la ruta y lo lleva, en el coche con nosotros .En realidad, es de gran ayuda porque él se bajaba y veía si no era peligroso el cruce….que el torrente pudiera  hacer que se resbalaran las ruedas. Llegamos a Reñaca, el viaje movidito con las curvas mi madre tomando mate y hablando todo el tiempo. Yo me ponía en la luneta del coche y cantaba Puerto Mont, de los Iracundos, y ella nos decía a mi hermana y a mí que: miraramos, el paisaje que quien sabe cuando lo volveríamos a ver….Reñaca, un balneario con aguas muy frías, las del Pacífico, pero igualmente nos bañamos, yo generalmente también en el Atlántico, tiritaba de frío y castañetaba, los dientes, por más salida de baño que tuviera. Asimismo como mis padres eran muy sociables, invitamos a la hija, de donde nos hospedábamos a la playa, ya que ella tenía más o menos la edad de mi hermana. A mí, y a todos nos encantaron los frutos del mar, y en ese entonces, los locos , eran un molusco muy apetitoso. Y se ve que abusé o también, el agua, que no era potable, se que empiezo con vómitos y diarrea. En Valparaíso pasamos el  fin de año allí , la gente se quejaba de la falta de harina, y muchas cosas elementales para comer. Poca ropa, los negocios escaseaban. Yo muy Susanita, tenía mi bebé, con el cual jugaba en Montevideo ,y cuando salía de  paseo, buscaba ropa para él o para Peggy , que era mi muñeca barbie. Jugué con las muñecas, hasta adolescente, conservé en un armario la casa de Peggy. Le había puesto ese nombre porque estudiaba ballet, con Margareth  Graham, y la tenía totalmente idolatrada. Volviendo a Chile, oía que, la gente estaba pasando necesidades. Santiago prácticamente no lo ví, la pasé en el hotel, junto con mi madre y mi hermana entre diarrea y vómitos .Recuerdo que también es frecuente los temblores de tierra, así que también tuvimos que pasar por eso, cuando llegamos a Concepción, yo ya estaba más o menos que verde, vomitaba bilis, Venía con mi madre sentada en la parte trasera del coche y ella sostenía mi cabeza con una mano y con la otra una bolsa cuando me venían las arcadas y vómitos. Finalmente cuando llegamos, a Concepción, ahí mi tío, me dijo: ya te vas a recuperar con las sopas de mi madre-----Eran sopas de verduras y le ponía cabello de ángel .En ese momento estaban los tres abuelos, es decir los padres de mi tío y mi abuelo Elías que estaban de visita. Mis primos asistían a la primaria, en ese momento, no porque eran vacaciones .Fuimos a piscinas y a un lugar que el agua era tan fría, que daban agujetas cuando nos bañábamos. Nosotros heredamos, sobre todo yo, la pasión por el agua, de mi padre. Mi madre por otros motivos, cuidarse el cabello, ya que se hacía color desde muy joven , le habían aparecido canas. Ella tenía el cabello, oscuro, como yo, y mi hermana era más castaña como mi padre. El color cetrino, lo habíamos heredado de parte él. Mi madre era morocha con la piel muy blanca y decía que suerte que habíamos heredado los ojos oscuros ya que los de ella, consideraba que no eran lo suficientemente oscuros y con el pasar del tiempo quedarían lavados, En cambio los ojos oscuros, esos sí que permanecían con los años, a los de ella, le llamaba color escupida de mate-----Creo que le  hubiera gustado tener ,  tener el color de ojos de su madre, verde botella. Parece que era muy bonita, porque la llegan a nombrar en la ciudad , donde era nacida Fray Bentos, la segunda más linda del pueblo. Yo no conocí a ninguno de mis abuelos maternos. Ya que fallecen su madre, cuando mi madre tiene diecisiete años, y a su papá  cuando ella tiene doce, cuando vienen a vivir Montevideo. Mi madre se casa con un notario mi papá, su padre, lo fue y mi hermana también estudió y se diploma como escribana. En Uruguay cualquier persona puede estudiar en la universidad para notario, ya que no es matriculado, como en la mayoría de los países.

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  • Autor: rosi12 (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 16 de junio de 2022 a las 10:25
  • Comentario del autor sobre el poema: TODOS LOS TEXTOS ESTAN REGISTRADOS EN DERECHOS DE AUTOR saluditos de amistad y afecto a los poetas del alma, que tengan un buen día....
  • Categoría: Cuento
  • Lecturas: 18
  • Usuarios favoritos de este poema: José López Moreno., alicia perez hernandez.
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