LUNA HERIDA

Ivón Arce García



La luna no por ser luna no maquilla su alma,

hubo cierta noche, donde la doncella brillaba,

irradiaba esplendor, bailaba airosa, con caricias de nubes

cantoneaba con el resquicio del sol,

parpadeaba coqueteándole a la bóveda celeste,

se columpiaba en al aire azul, con la fuerza de Perseo

el semidiós potente e inquebrantable hijo de Zeus.

 

Cuando de pronto fue herida, mordida por dos satélites

extravagantemente hermosos; Calisto y Europa,

ambos deseaban tener el sangriento poder de la guerra;

la luna entristecida por la cólera de ambos

inserto su cristalino cuerpo embutido en la galaxia

para evitar que ambos satélites salieran heridos.

 

Porque la paz es el símbolo de ese astro en el universo

donde palpita sangre que cubre el centro de la tierra…

 

el embrión planetario fue desgarrado, lastimado

llamo a las estrellas para sentirse agazapada…

pero su tristeza, fue aún mayor,

sólo preguntaron al vapor, ¿Qué le había pasado?

 

Sus ojos eran tan ciegos por su vana luz que no veían,

no los dejo mirar la herida abierta,

el impacto de meteoros negros

para disgregar a los bellos Calisto y Europa.

Las estrellas como quimeras

impresionadas por su narcisismo,

no le dieron, una sola palabra de aliento,

siguen parloteando, degustando polvo del cielo

la luna apabullada, lamía sus heridas,

 

sabía que ninguna estrella entendería

el sufrimiento de su estado.

 

Cada vez se oscurecía más la herida,

formando lunares, cráteres y mares,

curando sus regolitos lunares, hasta anestesiarse,

desde entonces la luna tiene cicatrices en el alma.

 

A lo lejos se ven paisajes, conejos, oceanos

lo cierto es que son cicatrices que jamás se han de borrar,

ella nace, crece y se fortalece en cada vuelta que da.

 

Ella seguirá reflejando la energía dorada del sol,

el compañero perfecto, que, aunque lejos

siempre le acompañará, rebosante ¡Mares y cielos!

¡Tiempos y estaciones! ¡Luz y día! ¡Victoria y final!

 

La luna tejerá sueños, esperanzas, dolores

con magia de auroras, se esconderá en el arcoíris

instigada de colores escarlatas y rubíes

amamantara de ahora en adelante los mares

que sosegados gritarán como grullas de playas.

 

Será ella, la luna herida que ahora

se refleja en la inmensidad de ese mar

como espejo de plata, donde su llenura

mirará pasar al águila de plumas de oro

con cantos de cenzontle y plumas de coral.

 

Ha puesto las escudillas en la bóveda celeste

para destruir esa coalición atómica

crece enorme, tejiendo sueños, bordando vidas,

curando su alma, su cuerpo con gotas de rocío.

 

Brillando cada noche, con tornasoles brillantes

esa doncella que día a día, busca la tinta de la aurora

para retroalimentar su energía del ocaso

y ayudarle a darle luz, al mundo de gentiles,

 

se torna intensa, juntando océanos

para hablar con el Creador

dueño y amo del universo.

 

El gran Dios del cielo y de la tierra

para que luzca siempre,

íntegra e infinitamente

hasta el final de los tiempos,

ahora crece gigante,

con un mapa en su cuerpo

de las cicatrices que se le han acumulado,

así que cuando es luna llena…

muestra su enorme tranquilidad y

su amoroso perdón…

Iag ©

Ver métrica de este poema
  • Autor: Ivón Arce García (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 24 de mayo de 2022 a las 21:49
  • Comentario del autor sobre el poema: La Luna representa a la mujer, mujer llena de amor y paz, donde momentos como estos se siente herida por la postura de los seres que tanto ama, pero que finalmente es feliz, por existir y por amar como lo hace, espero les guste.
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 23
  • Usuarios favoritos de este poema: Omaris Redman, Lucía Gómez, Dante Aligheri (DCV), WandaAngel.
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