Cuando hay fuego en las pupilas
y los ojos se arrebatan
y deflagra en un vistazo
el crisol de aquellas llamas,
dos faroles deslumbrantes
como el hierro de una fragua
iluminan el instante
que estremece las entrañas.
Pero un leve parpadeo,
o que giren ambas caras
alejando el horizonte,
las despoja de esperanzas.
Cuando las miradas queman,
el hielo de la distancia,
la escarcha del desapego,
las derrite y las separa.
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Autor:
Raúl Carreras (
Offline) - Publicado: 20 de mayo de 2022 a las 07:27
- Categoría: Amor
- Lecturas: 47
- Usuario favorito de este poema: Freddy Kalvo.
Offline)
Comentarios1
Un hermoso poema, habrá que apostar por que la distancia no separe el sentimiento, aunque sea una quimera.
Saludos gaditanos.
Muchas gracias por tus palabras. Un saludo.
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