Incondicional...

Mis manos suavizan la soledad, la realidad se vuelve inmoral con lágrimas de un adiós mortal, como una ofrenda normal...

Mis pupilas buscan la luz, mientras observo como caen, trocitos de mi corazón, trato de guardar mis latidos en el mas allá, como testimonio del destino...

Observo el cielo, como navega en su eclipse, talvez una reminiscencia apagará el dolor residual del amor...

Me niego a renunciar a tu sonrisa, y tus ojos color miel, por la paz y armonía que producen en mí…

Solo trato de negar mi destino, y tu no lo entiendes, todas las heridas que has provocado en mi, y mi sangre brota en mi interior como testigo del amor…

Las noches pasan con insomnios, como años de un calendario que no tiene el fracaso marcado, busco y busco el día del primer beso y ya no estás…

Mi amor ha sido verdadero, y no encuentro consuelo en tu desaire, hay espinas que dejan cicatrices, y reviven con el sonido de la lluvia, a donde van los recuerdos que no duermen. . .

La distancia no es olvido, sino, las caricias que remueven lo extraño, de lo habitual es como una pregunta que está demás…

Como lo aparente memorar en mi mente y está detrás, el pasado tiene la tristeza que absorbe la melancolía...

El presente lleva la pena del pensamiento de un error, como costumbre, el amor verdadero sabe observar la vida...

Y el tiempo lleva las heridas hasta morir, es mi meditación un suspiro, como camino de luz, que se apaga en un instante…

Con sentidos encontrados, las nostalgias del beso de cada amanecer es esencial y renueva lo incordial de resolver la razón de un amor…

Entre inocencia y dulzura de mi devoción debo pedir perdón por error...

De mi intención sin tu ilusión, colecciono el amor, entre el tiempo...

Renunciaste en un adiós, por un error inusual, y me enamoré del fuego de tu amor, solo era una caricia más al alma por ser el incondicional…

Solo te reprocho, que me enseñaste amarte en lo informal, y ya no puedo resistir la noche sin ti...