Que sólo importen los cuerpos.

Justine Aislinn

Prohibida,

entre mordidas

devoran la manzana,

en cada verso

con labios escarlata;

Con el anhelo de probar lo censurado,

un castigo en las sombras. Reservado.

 

Fusionados,

fusionados los cuerpos

y no las almas,

a luz de día y luz de luna,

descarado, insolente, impuro.

 

Empapado a chorros de ansia:

en el armario que nadie usa,

entre matojos que se encuentran en el campo,

en los asientos de una vieja Chevrolet,

en cada esquina que no haya ojos,

un espejo, una rosa, mi cuarto.

 

 

Aclimatada la vida

para un par de amantes

que beso a beso

se quitan la vida;

Mueren vedados,

entre nombres no pronunciados

que siempre han de callar;

En grito de gozo,

entre la carne que ahoga los lamentos,

se enciende el deseo,

sube, baja, suda, comen.

 

Almohadas pesadas. Acuosas.

         -Como de mar clandestino-

bajo dos figuras

que se cansan y no paran.

 

Se mueve dentro,

encima uno del otro,

a bocados y saltos

se va saliendo. Entonces.

La cabeza descansa

entre dos senos. Y no en un valle.

 

Si entre lujuria

se pide sangre

fluye;

No hay llanto. No hay culpa.

Continua, dura, persiste.

 

Si entre fluidos

se llama al amor

descansan, se detienen y se marchan.

 

Aún temprano,

ya es tarde.  

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Comentarios3

  • ROYH

    metafórico, intenso, y agradable escrito felicidades

    • Justine Aislinn

      Muchas gracias por el comentario! Saludos

    • Raúl Carreras

      Muy sensual, me gustó.

    • argantonio

      Justin Aisslim, gracias por tu manzana, de un mordisco me siento feliz, felicidades



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