El sol impaciente abre tus ojos e inunda de café claro por las mañanas esas dos tazas de insomnio que bebo a miradas complices de un desvelo desenfrenado
La madrugada muda es cómplice de aquella faena, testigo de que se rompe silencio entre suspiros y sorbos de café oscuro en la tenue oscuridad.
La luna suave se desliza a través de la cornisa. Silenciosa y atenta inunda tu piel clara,con su manto cubre a tu piel desnuda mientras galopas salvajemente a campo travieza, traviesa.
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Autor:
[Héctor Franco] (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 23 de abril de 2022 a las 00:23
- Categoría: Amor
- Lecturas: 30
- Usuario favorito de este poema: Omaris Redman.
Offline)
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