SOLO UN SUEÑO

Fue hace algún tiempo cuando este sueño llego a mi ser, eran las 7 de la tarde si mi memoria no me falla, cuando frente a aquella fogata nos encontramos, en un lugar cercano con montañas delante de el sol, la noche se hacía presente, entre risas y palabras todo sucedió, cada mirada, cada palabra y la noche poco a poco desaparecía, ya que el sol detrás de las montañas se metía, éramos nosotros dos solamente los que ahí nos encontramos, ya que todos se habían marchado, reíamos y platicábamos de cosas que nos han ocurrido en el presente y otras tantas en el pasado, poco a poco nos fuimos acercando, porque frio nos había dado, el era alto y ya no recuerdo si bien dado; pero ambos nos besábamos no se como paso el cambio de escenario, pero de pronto dentro de la cabaña nos hallamos, solo él y yo, el momento se intensifico y la escena de color subió la temperatura aumento, tanto así, que las ventanas de nuestra respiración sudaban. Mis labios con los suyos los sellaba. Aun no me explico cómo era que su mano se movía, pero en mi espalda se encontraba, haciendo caricias en la misma con tal ternura, como si no hubiese otra, de esas que hacen que la piel se erice, que tu sonrisa sola salga, que tu cuerpo se doble, y tus entrañas se abran; uno solo nos fuimos haciendo, mientras la noche pasaba, el recorría centímetro a centímetro mi cuerpo, con la única luz que la luna nos brindaba colándose por aquella mojada ventana, yo no podía ver mas allá de su rostro, sentir más allá  que su cuerpo; pero de pronto algo extraño dentro de mi sentí; una gran explosión sufrí, no sé como describirla, iba del dolor a la alegría, del llanto a la risa, del que viene y se va.

Pasaron las horas y nuestra entrega iba más lejos de la física, uniéndonos, como lo dije antes “nos hicimos uno”. Ya el sol nacía y ambos nos encontramos desnudos, parados  frente a la ventana, jurándonos amor, viendo como una nueva vida iniciábamos, como un nuevo amanecer nos cubría.

 Llego la hora de la despedida, fue tan efímero, que no me dio tiempo de decirle que yo también lo amaba, que no podría vivir lejos de él, que desde ese momento suya siempre sería, abrí los ojos en el momento menos oportuno, vaya sorpresa me lleve, me encontraba en mi cama, con la cabeza sobre la almohada, sola, completamente sola, y todo aquello tan solo un sueño fue.

M,A!*