Para cuando no leas esto.

Cantor

¿Por qué estoy aquí y por qué estás aquí? 

¿Tengo acaso una explicación a toda esta confusión?

¿Puede el sol salir sin que haya existido antes una noche?

Pues la noche la tuve hace ya mucho tiempo.

Querida Gabriela, estaba pensando un poco desde que tu ausencia dejó memorias que mi cámara no pudo captar, memorias del ahora, memorias del pasado.

Creo que me había obligado a olvidar todo cuanto viví y me obligaré a olvidarlo una y muchas veces más.

Yo te conozco desde antes de conocernos, pero no es a tu YO humano a quien conozco, sino a la esencia que vive dentro de ti, a tu alma.

Es tan fácil reconocer lo vivido y la única duda que tengo es ¿Cuántas veces más te viví y cuántas veces mas me iré?

Eres un alma libre, un alma que le gusta contar historias y cuando se les acaba las crea para sí misma. Siempre tienes algo que contar, incluso las estrellas o los granos de arena, o los .......

Yo te conocí desde antes, desde la época en que tu cuerpo no era el que tienes, desde la última vez que te hallé cambiaste de lugar, en una dinámica que si te busco te vas y me buscas me voy.

Seguro no recuerdas nada de lo que te estoy diciendo, pero es que esta carta no es para ti y a la vez si lo es.

Una vez fuiste y luego eres, pero pronto ya no serás, pero te volveré a encontrar, así siempre ha sido, en un juego eterno de gato y ratón.

No importa si no sabes de lo que estoy hablando, pues esta carta no es para ti.

Solo ignórala y yo eventualmente olvidaré haberla escrito, pero recordaré la emoción, de la noche de insomnio en que la memoria volvió a mi por un corto periodo y pude recordarte.

Antes que los ecos del ensordecedor silencio me lleven nuevamente al olvido, quiero que sepas que aunque nunca estaremos juntos siempre seré de ti y tu serás de mi porque ya nos somos.

En el olvido de esta mañana que se acerca, no te diré palabra alguna de amor, te diré palabras que recuerdes mas allá del tiempo: Yo fui y tu fuiste y volveremos a ser. Somos el engranaje que mueve el universo, como el día y la noche, como el Yin y el Yang.

No importa si crees que estoy loco, no importa si no recuerdas nada, yo también lo olvidaré por la mañana, la mañana es la muerte de la memoria de las almas que viven en libertad, en el despertar por un segundo todo cobra sentido y luego todo desaparece.

Y es que esta carta no es para ti, es para tu espíritu huidizo, juguetón, ese que no se alcanza, como la mañana no alcanza a ver la noche.

En el contexto de esta noche escribiré unos versos, los últimos (o eso espero) que te dedico en ese cuerpo, para cuando no leas esto, este poema habrá llegado a ti.

 

ETERNIDAD

Allí estas congelada en ese instante, 

inmóvil y en silencio de respiración,

ceguera absoluta, humedad constante,

pulso acelerado, loca invitación.

 

El tiempo es muy corto pero se eterniza

en rosados fucsia y rojo bermellón.

Choque de olas en el mar sin prisa:

canto de sirena, eco de canción.

 

En la cadencia de esta corta eternidad

grabado quedan perfumes, rosas, vinos,

colección de siluetas, olor, humedad,

deseo constante, mapa del camino.

 

Se acaba el tiempo, malvado capricho

Se acaba y no quiero despertar

y aunque falten sílabas al entredicho

de uno u otro modo te va a eternizar.

 

 

 

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  • Autor: Cantor (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 13 de abril de 2022 a las 07:37
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 35
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