Quiero el altar del Dios que me rezuma
segura ser el trigo luego harina
el pan sobre la mesa en la cocina
su aroma se percibe hasta en la bruma.
Aquél candil su luz ya no se esfuma
humilde flama llama que ilumina
el dulce cause de la paz divina
el Cristo blanco que sin cruz se suma.
Camino de sandalias por los huertos
de los Olivos, calmado y sereno
Jesús dejó su verbo en los desiertos.
Llenó de paz de fe aquel nazareno
Jesús llevo la luz hasta en los muertos
mensaje sin fronteras sobre el heno.
Siembra aquel sarraceno
una semilla amarga, el descontento
pero otra dará fruto, en el talento.
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Autor:
catia-love (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 8 de abril de 2022 a las 09:05
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: Martha patricia B, Syol *.
Offline)
Comentarios3
Mirta, un gusto leerte y escucharte.
Hermoso y sentido tu poema.
Un fuerte abrazo de osito.
Muchas gracias Fabio Abrazos.
Excelente soneto...La declamación es un disfrute,... lástima el detalle del micrófono que conspira en su contra con el molesto efecto a tierra..quizá sea que lo graba desde un head set defectuoso..
Buen día poeta...
Gracias vivo entre los cerros, es por eso,
Un hermoso soneto en toda su compaginación.
Felicitaciones , Compañera de letras
Muchas gracias Pepita Abrazos.-
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