Brindis

Porque el otoño me llegó voy a brindar, voy a llenar mi copa de espuma lujuriosa y sumergirme en el insondable azul de mi universo.

Mi intuición me guía en el desierto, el único territorio virgen que me queda, está rozando mi piel sedienta, susurrando ausencias,, desatinos, liviandades, desapegos de suaves e ingrávidas caricias.

Voy a brindar por mí, por todas las mujeres que fui, las que soy y seré. A todas y cada una las abrazo en el fuego de mi hoguera, las convoco en esta hora para hacer una ronda alelimón como en los juegos de infancia.

La niña visionaria  viene a mí, se acerca con sus largas trenzas y me observa tímida. Escucha mis cantos  con asombro y sonríe complacida.

La joven contradictoria y rebelde tejió en su vientre tres nidos y acunó en sus brazos tres pichones coloridos.

La inmensa y resplandeciente fue una galaxia en forma de nube, una luna solitaria que encontró su sendero con el hilo de Ariadna.

Hoy voy tras la anciana para hacerle un tejido en cada arruga, en cada zurco de la tierra. Y buscaré semillas,  y me hundiré en un campo sembrado de violetas.

No temeré crecer solitaria frente al sol, ni cantar antiguos cantares de espigas con un verso sonoro de otros tiempos.si

Y cuando ya no me describan mis propios versos ni mis amaneceres, me volveré semilla nueva y surgirá un nuevo universo.