El placer amargo

Haz Ámbar


Lo probé
cuando la noche empezaba a clarear;
ella desnuda dibujaba sombras en el aire,
su silueta moviéndose se me hacía tan dulce...
Sola por la estancia
donde yo mismo estaba
imitando un beso ante el espejo de mi alma,
prisionero del calendario
viendo irse el mapa
con un viento que viene de dentro del planeta.
No me conozcáis, yo no soy nadie
para hablar de nada importante,
es más, estatua es que parezco
en mitad de la corriente, erosionada.

Haz Ámbar


lo probé
cuanto ha que no navego
anclado en esta estancia prisionero
desierto de puertos mi mapa
soñar es para mi una estaca
alzo mi pupila desolada
sonrojada, en velo astral ataviada
magistral misterio especular
sucita en mi un crepitar
extiendo mi mano, pretendo soñar
con mis dedos camino
cíclico lívido y último filo
rosas brotan sobre el marfil
fiebre brota en mi perfil
primigenio cuerno eterno
mortal bebo tu ensueño


Fue en la noche de los tiempos,
que inmune desafíaba,
allí encontré los restos de un naufragio
en mis entrañas.
Allí los bosques bajo el mar
con las plagas pululando,
allí mi alma aún esperando
un imperecedero segundo aparte...
Mirad, yo no he sido dueño
de mis acciones, he delirado
en la cima de la espiral
y ahora es mi campo nuevo a explorar.
Las mañanas me traen
como un aroma a no se sabe,
un aroma alado que pasa por mi lado
y me desahoga; las mañanas
llegan tarde, pues ya he pecado
de indeciso, ya bastante,
ya me he ido diluyendo
en cada espada como sangre
de esa rancia. Ya no pienso
volver atrás cuando las aguas lamen
mi esperanza obnubilado
en cosas que vomitar me hacen
esto absurdo. Placer amargo
me inspira el mundo
por el que estoy rondando
con mis labios en la estacada
confiscando pedazos del aire,
el mismo hipnótico
que me hizo morir deseando
lo que sería tan grato
algún día antaño...
Una vida es tanto...
Demasiado, ya además
de irla racionando
tú insomne en tu estancia
ajeno al tráfico de seres
más allá de esta galaxia
(mi mente divaga;
será la mezcolanza.)


Aquel día yovían yamas,
y yo cedía mi curso al impulso
de correr y no volver atrás
por nada. Pero todavía intuyo
amor, o algún desvarío astral
que da movilidad a esta estatua
en la soledad. Fragmentos lunares,
cáscara caen a mis manos, sin guantes,
calmadas, aunque las circunstancias
apuntan a un retorno a lo inasible,
y a vivir roto el límite cacique,
porque ser libres de culpa da la gracia
fértil, y hace el alma más fuerte.
No existe la necesidad de defenderse,
pues el problema de la muerte
se resuelve con nuestra medicina,
la auténtica poesía, que en la vida
lo es todo, y ni el oro es más valioso
como un buen verso, expresión en verbo
del corazón, entero hecho de trozos,
roto, pero por momentos, solo solo, pero...
y quién no?


Desde lo profundo de aquellos cálices,
en cualquier lugar del mundo entero
siempre es la misma historia,
del líquido que sobresale hasta desbordar,
de los días que lo más pronto se irán
diluyendo en la nada de un mal sueño,
delirante para hacerte sufrir.
Lo probaste y el tiempo se detuvo
en un instante por si mismo pleno, y único,
y la vida se escurrió entre tus dedos
y perdiste tu gesto amable
mientras duró el golpe al paladar,
se te hizo todo tan insoportable
que pensaste en lanzarte y,
quién te detendría
una noche como esta
hecha para amarnos,
y nosotros sin saber qué decir...
Eras tú en aquel parque
cuando niños
creíamos todo lo que nos inventábamos;
yo tan solo pensaba en besarte,
pero había un camino muy largo
hasta tus labios.
Tantos han muerto intentándolo
que yo cansado
he dejado gobernar a mis súbditos,
me he ahogado en alcoholes fuertes,
he navegado entre nieblas
y bajo tormentas de ellas juguete,
y aquí sigo,
pero no por mucho tiempo, me temo.
Es que si es para reírse
el que pasen todos
sin darse cuenta del chiste
que está en los rostros.
Qué dirían de mí ya los antiguos,
aquellos sabios ya olvidados,
bufones y mendigos en su tiempo,
sin duda alguna escupirían
en la cara de quien quisiera.
Pondrían cargas de autoestima
para ver como tropiezo
con cada palabra que no significa un rezo
ni una mierda,
sagrada mierda que han de comerse
los huéspedes de este infierno;
unos tan finos, otros tan gruesos.
Oh, poesía amarga
la que exprese este temible anhelo
de verla sonreír debajo
mientras le doy lo que le debo
de duro y vasto,
la que me hace llorar en seco
esta soledad sin viento
revuelta en los seres,
primavera que eterna
ha de volverse
en tu mejilla sonrojada,
en tu sexo que flujo emana,
en tu recuerdo de mi danza astral
descontrolada.
Esto no va a acabarse aún ahora,
primero la esperanza
he de hacer que brote
con cada paso a ningún lugar
del que pueda decirte el nombre,
porque allí es donde dan
gratis lo que aquí se esconde
tras cortinas de oro tocadas,
en manos cerradas el mundo,
descúbrelo: mares azules
en la copa de vino,
tierras macizas donde errar por un siglo,
y un ave en la espuma
picoteando tu envidia
con una luz asesina
en la fibra delgada
haciendo vibrar cada día
pletórico en su clítoris mágico
estampa de un cielo enfermizo
que pide más drama.
¡Callaos!
Es la hora: marchamos...
Recordad tomaros toda la droga
para más tarde no necesitar más gramos
volando (blanco en la nada

  • Autores: Haz Ámbar, ----, Oniriaiama
  • Se ve: Todos los versos
  • Finalizado: 11 de abril de 2022 a las 09:00
  • Límite: 10 días
  • Invitados: Libre (cualquier usuario puede participar)
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 128
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