Casí amor fue, pero sabes que amor no fue

Mael Lorens


AVISO DE AUSENCIA DE Mael Lorens
Si por casualidad en algún momento de tu vida te crees importante en algo, recuerda siempre que tan solo eres un Alma llevando un cadáver a cuestas.




Anoche antes de caer en manos de Morfeo en plena oscuridad de mi habitación escuché a la pared que me hablaba y me decía:

Aunque estés envejeciendo, y el calor de tu aliento se está enfriando, sigues pensando en ella con frecuencia. 

Tú corazón indefenso late muy deprisa, no te rindas, no te apures, las balas aquí en la iglesia no entran. 

Tus labios hablan y apenas se mueven, hablas desde dentro instalado en el silencio que te golpea, mirando
las llamas de las velas. 

Porque casi amor fue, pero sabes que amor no fue. 

No te preocupes, amar siempre vale la pena, pero nunca olvides, que fue casi amor, pero 
nunca amor fue. 

Cuando escuché a la pared hablar así, volví a pensar en ti, por un momento pensé que estabas de rodillas rezando bajito como si estuvieras a un lado de la cama y entonces sin pensarlo giré la cabeza, pero allí no estabas, quizás fue un espíritu quien me susurró al oído que lo nuestro fue casi amor, pero si lo fue, en aquel mismo instante sé fue.

Sentí que mi corazón sangró en vano si todo lo que pasó solo fue un juego al que nunca jugué, perdí mis alas en ese amor que nunca fue, y ahora en mi espalda solo llevo un gran peso que me aplasta y me ahoga. 

Solo yo sé lo que pesa ese recuerdo porque fui yo quien lo sufrió. 

Soy un idiota, no hay ninguna otra excusa, porque fui yo quien a ti sé aferró, y sigo pensando que nunca fue amor, solo fue un juego peligroso y quien perdió fui yo, de ninguna manera te echo a ti ninguna culpa, lo que pasó pasó, aunque ahora lo recuerde con lágrimas en los ojos y el corazón lleno de heridas, con la sensación de que en mi espalda llevo una piedra que pesa como una losa, y todo eso solo sirvió para descubrir que fue casi amor lo que nunca fue amor. 

La pared siguió hablando, pero yo no la seguí escuchando, mi corazón estaba llorando, y pensé que el amor que nunca fue, y que yo amé, solamente fue una ilusión que tonto de mi lo había imaginado.

El amor tiene la misma similitud que una rosa, pues nace de la belleza, nos vuelve locos su esencia, pero es efímera su existencia, y es que no hay rosas sin espinos, ni miel sin abejas.

Manuel Lorente 
Seudónimo 
Mael Lorens 
Reservado el derecho
de Autor 30/03/2022

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Comentarios1

  • Mael Lorens

    jajajaja un abrazo afectuoso 🤗



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