**~Microcuentos XX~**

Zoraya M. Rodríguez

Microcuentos XX (7)

 

  1. El Sol

 

Había una vez una niña bajo el sol. Y el sol le habla a la niña y le dice que -“ a ver niña dime tu nombre…”-, y la niña no lo escucha y el sol más fuerte le golpea en su piel con rayos de luz, y la niña más se esconde del sol bajo las sombras perdidas del aquél árbol, hasta que la niña le dice que…-”oye, no juegues más conmigo, que estoy bajo las sombras por tu culpa…”-.



Moraleja: “Aunque estés bajo las sombras, la luz te alcanzará tarde o temprano”.



  1. La Hoguera

 

Había una vez una hoguera con una llama encendida. Y la llama pasó a cenizas heladas. Pues, en el rumbo se volcó de un fuego siniestro y se convirtió todo en cenizas heladas. 

 

Moraleja: “Los buenos momentos no regresan”.

 

  1. El Baile

 

Había una vez una fiesta de zombies. Y el baile era bailar de dos en dos. Y los zombies se convirtieron en fantasmas, pues, el amor los transformó en seres transparentes.

 

Moraleja: “No todo lo que se vé es la realidad”.

 

  1. La Hazaña de Pedro

 

Había una vez una carrera de extraterrestres y Pedro era uno de ellos, sí, pero, sí desea hacer y realizar más la carrera de extraterrestres y fue la hazaña de Pedro subir una montaña y llegar al pináculo. Aunque sus pasos fueron lentos fue el primero en llegar a la meta. 

 

Moraleja: “Las hazañas son tan fuertes como la forma de querer llegar a la meta”.

 

  1. La Huida de José

 

Había una vez un camino oculto y tan oscuro como las mismas sombras del ayer. José huye de ese camino, pues, le temió a la oscuridad llegó Pedro y, sí, cruzó el camino oscuro y tan oculto.

 

Moraleja: “No temer a cualquier camino te hace más grande si sabes enfrentar”.

 

  1. El Perro y el Gato

 

Había una vez un perro peleando con un gato. El perro le ladra y echa hacia atrás, el gato arañe y maulle y se echa hacia adelante, y llegó un ratón y para el gato fue distracción y el perro huye del gato.

 

Moraleja: “No todo lo que te aprisiona gana”.

 

  1. La Libélula

 

Había una vez una libélula volando por los aires. Y se encontró con una cucaracha  y le dice, -“oye, te quiero comer…”-, y la cucaracha le dice, -“oye, yo soy más grande que tú…”-, y la libélula la atrapa y se la come.

 

Moraleja: “No hay mayor depredador que tu propio ego”.



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