Porque nada fue como lo soñé 
Porque se rompió mi corazón 
Porque iluminé mal mi esperanza 
Y porque  por dar tanto
Mi alma se quedó sin piso
Sin casa
Sin presente
Y porque nada fue amor, 
Mi amor se quedó en tinieblas 
Desgarrado 
Atropellado 
Y mil veces herido.
 Los sueños no se apagan
Cuando el corazón no se queja
Solo se aquietan
Con el tiempo frío
De las decepciones .
Tiempo sin ganas 
Tiempo sin vida
Tiempo que trata de soltar cadenas 
Sabiendo que al soltarlas
Se irán también los arraigos, 
Las esperas inútiles 
Las últimas palabras
La última mirada
Y el último recuerdo triste
¿ Qué quedará luego en mí?
¿ Seguirán mis sentimientos 
Haciendo su misma rutina 
Su mismo esfuerzo de amar
Para no ser amada?
¡Ya no lo sé  !
Mi mente no puede asimilar tanta pérdida 
Tanto desprecio
Tanta indiferencia 
Y sé que  tengo que caminar y seguir 
Y dar pasos apresurados  hacia esa puerta...
La puerta del adiós definitivo 
Del olvido cruel
De la separación más dolorosa 
¡Y cuesta tanto llegar!
Pero tengo que hacerlo...
Caminar hasta el final
Abrir esa puerta
Y dejar atrás toda lágrima y dolor
Pero siento que aún no soy capaz 
Que mis pasos tropiezan
Me tiran al piso
Y aún voy avanzando
De rodillas, de pie, llorando , amando  olvidando...
Y es mejor así 
Porque podré sentir todo por última vez  !
Y aunque el amanecer y tu falta
Me quiebren aún más el corazón 
Tengo que encontrar un nuevo amanecer 
Sé que lo haré ! 
Y luego ...y luego ya todo será más fácil 
El olvido
El recuerdo 
El no llorar
El no esperar 
y el tiempo
Desvanecerá  este sentimiento 
Como algo que nunca  existió
Que solo fue imaginación
Dolor 
Y locura  !
Ana María Indacochea Garreta 
Seudónimo: Socorro Andrea 
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                        Autor:    
     
	Socorro Andrea  (Seudónimo) ( Offline) Offline)
- Publicado: 18 de marzo de 2022 a las 17:18
- Categoría: Amor
- Lecturas: 43
- Usuarios favoritos de este poema: Rafael Perez Ortola, alicia perez hernandez, Malen Tendido, José López Moreno.

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Comentarios1
Entrañable cuestión esta, tremenda también, fascinante con su dibujo poético. El barco de los deseos, cargado de ensoñaciones y las tormentas de la vida.
Cada navegación tiene su aquel, intransferible.
Saludos cordiales.
Gracias por tu comentario, Rafael. Es cierto lo que dices, cada navegación tiene su aquel intransferible y sus miles de dilemas y contradicciones. Gracias de nuevo. Saludos y abrazo grande.
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