Corredor de la muerte

Temprano esta mañana mirando al cielo

Lo vi a él y me saludó,  rodeado de seis estrellas anilladas de colores;

El ángel de la  luz,

  bailaba sobre varias pirámides,

 desde entonces tengo un dolor muy intenso  que llenó mi corazón,

  pensé que podrían ser dolores del amor,

 pero luego sentí que mi corazón fallaba de verdad;

 Una profunda oscuridad se extendió  y me abrazó robándome la vista.

Abrí los ojos y estaba caminando por los pasillos de la muerte,

solo caminé alrededor de los moribundos,

ya no tenían fuerzas para resistir y aferrasen a la vida,

pero algunas habitaciones tenían sombras flotantes,

así como yo las vi los ancianos también las reconocían

 y se asustaban cuando entraban a sus habitaciones, 

esperando tomar lo que era suyo.

Para mí, era simplemente un secuaz de la muerte.

Una de las habitaciones que noté  estaba cerrada con un sello blanco,

 me acerqué a la habitación por curiosidad,

  al abrir la puerta había un anciano que parecía amable,

él era el único hombre agradable  en el corredor de la muerte.

Regresé  al día siguiente, 

 desafortunadamente, había un sello negro en la puerta 

y mi amigo se había ido para siempre.

Después de esto,  no podía ignorar más a la muerte y a la sombra,

 yo quería enfrentarlos y exigirles  porque ahora todo parecía injusto.

Pero esa noche, cuando yo dormía,

la sombra vino a mí cuando estaba indefenso,

me sentí como si estuviera completamente paralizado.

La sombra se cernía sobre mí,

 inclinándose lentamente hacia mi oído  para susurrar...

-tu amigo viene conmigo y tiene derecho a morir en paz.

Pero estas explicaciones de la sombra

no se sentían sinceras y no tenían sentido.

No sé cómo lo supe, 

pero estaba seguro de que esta criatura 

se había llevado a mi único amigo.

Mi viaje fue cancelado

y  ella lo había llevado a él en mi lugar,

sentí una profunda responsabilidad  

por este acto de represalia. 

Un anciano había pagado un alto precio

 por nuestro intercambio de palabras amables,

un precio demasiado alto por una sonrisa,

así la sombra le pudo hacer

una ofrenda a la muerte.