VIRGEN

Tu novia eterna

No le temo a mi cuerpo,
Pero acaso ¿debería?,
¿es necesario mantener oculto hasta el más pequeño lunar?,
tapar, o tapar-me,
de esas miradas lascivas que me lastiman, aquellos ojos que me devoran,
¿tan malo es conocerme?,
recorrer el tapiz de mi piel, 
conociendo las pecas invisibles a la vista,

me dicen es malo (aun siendo mío)
me dicen “debes guardarte para el hombre de tu vida”, 
o “él te abandonará”, “nadie te tocará, porque ya fuiste usada”,
así que me mantengo escondida, temerosa,
esperando, reservándome como frasco de reserva,
desconociendo mi cuerpo,
Me infunden miedo, 
Le temo a mi cuerpo y ............ya no me gusta lo que veo.

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales


Comentarios1

  • gaston campano

    Tanto la mujer como el hombre debe conocer como es su cuerpo verdadero, sin temor ni remordimiento de encontrarse con algún defecto, lo de la virginidad ya viene siendo un cuento de cuando yo era pequeñito.
    Un saludo afectuoso.



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.