SOLO UN APRENDIZ DE ARTESANO

EL QUETZAL EN VUELO



No soy poeta mal escribo algunas letras, que echo a mi mochila de viaje. Escribo cuando descanso,

a veces a media jornada o al terminala. No sé de rimas. octavillas ni métricas. A veces escribo simplemente el dolor de la herida que me causa las gotas de nostalgia de la poesía de Vallejo. Me gusta Borges, pero prefiero a Benedetti, de Neruda, el eterno seductor conservo dos versos y Cardenal recuerda mis días de juventud.

 

No escribo como Horacio, Bécquer o, aunque suelo consentir mi alma con estrofas de María Loynaz,

Soy como ella, me gusta que me quieran de madrugada y de ventana abierta, para escribir los versos más candentes, antes de que se nuble el sol eternamente, porque la noche esta de ojos abiertos, cuando yo leo a mis poetas preferidos y entresaco algunas letras que llevo a mi taller para armar algo para ti.

 

Me refugio en tu corazón de madrugado y espero el sexto sentimiento para ir dibujando a mi paso, esos acordes que por el día tu alma exhalará, incendiando tus venas y recorriendo en candente carrera todas tus penas, para convertirlas en risas y ese calor rico que sientes al leer mis tristes letras mal acomodadas de aprendiz de artesano, pero que hacen bailar tus temores al ritmo de frágiles diapasones; ”Mi”,”Sol” ,”Re”.

 

Quisiera ser poeta, tener ritmo para cantarte, pedir prestado el aroma de mis violetas y juntarlos con el calor de mis sabanas y muy despacio abrir mi pecho y entregarte en una octavilla mi corazón, que te añora  y disfrutar de mañana tu poesía, como oxígeno para vivir y sentir las musas que anidan en mi cuaderno, cada vez que leo algo de lo que escribes con tan profundo significado, que mi pobreza semántica interpreta y goza.

 

No te ofrezco lindas rimas, ni poemas que sean como semillas que germinan en tu pecho a diario, pero sí, la seguridad que unas letras bien moldeadas por mis sueños, allanara todos los escollos de esos recuerdos que por las noches asaltan tu risa, poniendo en tus labios una canción con sabor a mí, una letra que te hablara de mí,

Recordaras con alegres suspiros, a este aprendiz de artesano, que moldea un par de letras para ti.

 

Las letras que crean los artistas son como el vino, traen ropas prestadas, que debajo traen fantasía o no traen nada. Duran lo que dura una pasión y no son semillas que hacen germinar el amor. En cambio, el artesano forja su letra con el sentimiento sincero del corazón, tienen luz y futuro que cualquier musa, reconoce el lenguaje, del amor y la necesaria y urgencia de la compañía de una canción desesperada.

 

Por eso ves que soy así, palabra llana, anarquista literario, irreverente con las reglas y las faltas de ortografía, pero respetuoso con el corazón. No me gusta obligar al sentimiento, a vestir camisa de fuerza, para salvar la métrica o la rima. Me gusta el canto del pajaro silvestre que canta las mañanas en mi ventana sin solfeo ni en papel pautado, el ave que vuela coqueteando con el viento, el verso encontrado en una banca del parque central.

 

LENNOX

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Comentarios1

  • lacarmentere

    Así también entiendo a la poesía como expresión de sentimientos sin forzar las palabras para que cumplan reglas inventadas por sabrá Dios quién.
    Saludos poeta artesano🥰



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