Un recuerdo

En una noche amarga descansa el recuerdo frágil de tus besos,

ataviados todos ellos de pasiones juveniles y ardientes deseos,

buscando inmortalizar el segundo mismo de la vida eterna,

y el momento exacto de crear al universo y sus estrellas.

En una lágrima me deshago de todos ellos,

en dónde voy no hay lugar para soñar despierto.

Si pudiera...

Hoy más que nunca vuelvo al vicio de tus letras,

rescatando los pedazos de una vida no alcanzada,

porque los caminos fueron otros y distantes,

pero toda tú permaneces en las palabras,

las mismas con las que quiero soñar.

Ya no es pronto, la paciencia es la dueña

y seguramente el recuerdo vuelca

un corazón que jamás dejó de ser tonto

ni el beso aquel que dejó su huella...