EAMD

Mauhazd

Que ironía cuando nos conocimos, fui con mentalidad de abrirme, contarte mi historia e irme para siempre y aunque muchos se asustaron al escucharme, tu te quedaste y querías saber más y tu también tenías una historia que contar, que sacar porque nuestros corazones lo necesitaban.

No sé si eso hizo que fluyéramos, nuestras conversaciones rápidamente se hicieron especiales, nuestros contenidos regocijaban el corazón del otro y nos llenaba de alegría, de miedo y de tristeza, pronto no sabíamos que nuestros labios iban a conectar y encajar perfectamente.

¡Vaya días cuando la pasábamos juntos! Olvidaba quién era yo, qué había vivido, qué pasaba a mi alrededor y creo, no, sé que sentiste lo mismo cada vez que nos abrazábamos o nos sosteníamos de las palmas cada vez que entrabamos a un sitio nuevo, como se nos quedaban viendo con esa envidia y aunque no somos perfecto, fácilmente deseaban tener lo mismo que nosotros.

Pensaba que estaba todo bien hasta que malinterpreté una frase que mencionaste, me quedé confundido y sin dudar, pregunté…y esto hizo que se desatara un mar de preguntas, del cuál yo sabía que me iba ahogar y así estuve a punto de. Embarcamos, el clima estaba muy frío, las olas golpeaban cada parte del barco y así mismo la tormenta cayó y el frío no lo aguanté como tus palabras, pero debíamos refugiarnos, aunque no quisieras conmigo. La marea estalló y la conversación se desató al mismo tiempo, sentía que cada palabra que expresabas me caía un rayo en mi ser y ahí me di cuenta que me estabas contado sobre tus heridas, me enseñaste como sangraban que te sentías mal por ocho años y que debías estar sola , aunque tenías miedo de estarlo. Contaste sobre las heridas, sin embargo, ya no querías mostrarlas, no querías sentir cuando yo era todo lo contrario, pero aun así me escuchaste y aquí fue cuando me confundí y mi corazón lo malinterpretó todo. ¡Que de menos! Mientras la tormenta pasaba, conocimos nuestras pieles, como brillábamos, como conectábamos, como hacíamos vibrar nuestro ser hasta que de tanto tiempo estar entre sabanas, recordábamos que flotábamos y que no teníamos rumbo.

Salimos a la proa admirando a la nada, noté que tu sonrisa había algo negro que no te dejaba ser feliz del todo, puedo estar mal, pero se sentía muy real. Después de tantas horas perdidos, desorientados y con sed de uno al otro, encontramos tierra, desembarcamos y lo capté, tu debías seguir en mar y yo debía reconstruir mi hogar, pero no quería saberlo, no quería saber que vamos a tomar diferentes caminos, no quiero escoger, no quiero forzarte a mi decisión, pero debemos ser libres a nuestra manera. Ya tienes el boleto para el siguiente viaje, a mí no me alcanza porque pienso invertir en este lugar que quiero considerar hogar, no me quiero separar de ti, pero tu mirada hace que me lastime, hay momentos que parecían estar bien antes de tomar la decisión y otra donde te desesperabas y no me aguantabas, no sabía si era producto de esa herida o realmente era yo quién las provoca y pasaba en mi mente negándolo, aunque siempre transmito tranquilidad.

No me quiero ir, pero debemos estar en la misma página, debemos estar en la misma historia, pero no puedo obligarlo, no sé cómo terminara, pero si debo hacerte volar, lo haré ya sea estando yo o retirándome justo a tiempo. Me duele la incertidumbre, pero no puedo estar jugando y solo quiero que seamos felices y me lástima escribir esto, pero si no eres hoy para mí, el destino nos cruzará y sabremos que podemos intentarlo y si eres para mí, mientras no hay nada de confusiones de por medio, no te puedo prometer el mundo, pero si asegurarte que te lo puedes comer.

 

Me tenías atado a la libertad, me tenías en tus manos sin salir de las mías, así fue como una idea pasó por mi mente y decidí irme contigo, esperaba que en algún momento te cansaras de tanto viajar y justo crear un hogar, pero mientras más viajábamos me contabas sobre tus anécdotas con otros viajantes, me hacía sentir menos esas comparaciones, me sentí menos especial y yo que cada mañana trataba de enamorarte y luego me mirabas con esos ojos brillantes que consumía mi ser haciéndome creer que no es del todo verdad, pero así era, no sabía si yo era el que me sentía vacío o eras tu…volví a confundirme y entre tantas olas, vomité, me desmayé e intentaba gatear, pero se me hacía muy difícil porque tus palabras me alimentaba, pero mi corazón se inflaba y entendí que tus palabras solo eran aire para asegurarme y tus acciones eran devastadoras para alejarme, lo que me decías no conectaban con tus acciones y llegó la prueba final, regresamos al mismo punto donde quería yo armar un hogar, te dije que debía ver a mi padre y que tenías esa noche para ti, me contaste que te ibas a quedar con tu sobrina, pero no fue así.

Mi padre celebraba un año de recuperación de cáncer y tú, tu decidiste salir con un marinero que ya te había declarado su amor, vaya sutileza con la que me trataste, no soy celoso, pero eso fue caer bajo de tu parte y entiendo que solo querías tomar alcohol, no me importa que clase, pero sigue siendo incorrecto ¿y cómo te puedo reclamar? Si no somos nada, de igual manera, no quiero saber, solo quería pasar tiempo con mi padre porque lo adoro demasiado y era su día especial y tuve que detener la visita porque las malas lenguas me contaban que gritabas su nombre diciendo que él era perfecto y no solo eso, que había dos mujeres involucradas también ¡vaya noche tuviste! Dormí con mi madre, no tuve el valor de llorarle y contarle sobre ti, preferí aguantar el dolor y caer desmayado al día siguiente.

No te pienso preguntar sobre tu noche, ni a verga lo voy hacer, pero varios días después y no entendí por qué, pero me contaste sin tantos detalles afirmando todo lo que me dijeron, pero no te preocupes, alguien más ya me lo había contado, no entiendo para qué me lo contaste ¿confianza? Si solo quieres herir mi corazón y vaya que lo hiciste ¿qué clase de sadista estoy viendo? Puedes guardarte esas historias para otro viajante, no para mí, ¿por qué me cuentas estas situaciones? ¿Es para ver cómo reacciono y cómo me cuesta expresarlo? Sí, me cuesta analizar situaciones como esas, ¿qué esperas de mí? ¿qué actúe totalmente celoso gritándole a todos los mares que están cerca? No soy así, mis ideales no me lo permiten y creo fielmente que, si estás en una relación, debe haber totalmente confianza y surgió lo inesperado, tu mapa se cayó por un tragante y vaya que lo disfruté verte entrar por la mugre para rescatarlo, el karma en su máxima expresión.

Las risas no faltaron y debí ser un idiota porque olvidé todo lo que me contaste y regresé a quererte como el primer día. Me negaba las voces, me negaba los consejos de mis amigos y de mi abuela, me negaba que yo no soy para ti, pero tenía bien pensado lo que iba a decir.

Teníamos que irnos a nuestro siguiente viaje y ahí me contaste que te querías quedar en esas tierras, asombrado, te abracé y mi mundo daba vueltas de felicidad y en ese mareo me di cuenta, desempaquetaste y debía yo arreglar mis cosas para vivir contigo, salí a buscarlas y con el ticket en mis manos, zarpé de inmediato, dejándote la siguiente nota:

 

 

 

 

EAMD,

Sé que es raro para ti que me vaya, yo sé que eres tu quién les rompe el corazón a los marineros, pero debo decirte que yo tengo mi propio barco, tus indecisiones, tus palabras como tus acciones estaban a otra sintonía y la melodía sonaba fatal.

Te quiero, pero debes mejorar para mí, así como debo mejorar yo para ti, no me nace ser menos emocional, aunque parezca una piedra, déjame ser libre y aun no entiendo cómo me puedes decir que en ocho años hice yo todo en dos meses si querías desde el principio que me fuera o que me ahogara.

Hoy zarpo por mi bien, he dejado también un regalo sobre tu puerta, ahí puedes tocarme todas las notas musicales que quieras, prometo mejorar, pero prométeme mirando las estrellas que vas a mejorar tu también, solo somos dos almas que nos conocimos en un mal momento, así que continua tu camino y yo haré el mío y cuándo estemos listos, sé dónde puedo encontrarte y no te preocupes si encuentras a alguien más, te miraré desde muy lejos solo para asegurarme que estés bien.

¿Dónde me puedes encontrar? En cualquier mirador, pero no lo hagas y si de casualidad nos encontramos, por favor, cuéntame que te está yendo de maravilla, cuéntame que estás logrando todas tus metas, cuéntame que nadie puede pararte, cuéntame que estás saliendo con alguien, cuéntame que tienes a esa hija perfecta, mírame y despídete con un abrazo.

No te preocupes por mí, yo siempre consigo lo que quiero, yo estaré bien.

 

Siempre te deseo lo mejor y recuerda que…

Te quiero.

                                                                                                                                                                   By Mau.

 

 

  • Autor: Mauhazd (Offline Offline)
  • Publicado: 29 de diciembre de 2021 a las 01:10
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 35
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