Desahogo

Andrea St

Me dejaste, encallada en el puerto,
Asediada de tus cuentos, a la espera de un infierno,
que de promesas rotas y abrazos de espuma, 
lleva maquinado herirme largo tiempo 


¡Ay, amor! Ni tan siquiera esperaba me dieras el cielo.
Ni estrellas, ni luna, ni amor... ¿¡qué es eso?!


Quédate las mil, y dame una noche,
que estoy harta de tanto reproche.
Préstame tus brazos, recrea en el mar el consuelo
que aturde con susurros mis miedos,
Y déjame... Déjame hundirme en el hielo.


Y si me viste en la madrugada, derramando el alma en la almohada, 
Entierra en secreto el anhelo en las entrañas del Averno
Y si me viste bailando descalza en el tablón con la muerte
Dile -a todos- que por fin tuve suerte.
Y si queda de ti en mis ojos un reflejo...
Abrasa el alba en tu propio consejo.

Y vuelve, y vive.


Que te has tardado, mi amor...
Y la vida se me escapa entre la cordura y el sueño

 

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