El agua transparente que estaba frente a mi en un vaso tan común y sin explicación mi rostro se reflejaba ahí a su vez voces aturdian mi mente bloqueando mis ideas más coherentes cada vez susurrando más fuerte: Que llueva sangre sin que sufra gente inocente.
Aliviaba el dolor que bloqueaba mi mente, esperando la hora para matar a toda esa gente.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.