Siento lo que sientes, cuando sientes lo que pienso.

Volví a abrir las carpetas abandonadas en mi celular. Cada audio, cada foto, cada video, es como si me lo dijeras de manera presencial. El único saludo en mis 18 años, fue el tuyo con tu voz a pesar de no saber cantar, los quebrantos en tus cuerdas, era una señal que en un lapso de tiempo me tocaba llorar. Quizá alargue mucho las rimas y disculpa ante aquel accidente, así quisiera alargar nuestro falso "para siempre" quiero despertar antes de que tú despiertes, quiero darte mi vida, porque no dejaría que se te acerque la muerte. Soy preso de la prosa de tus escritos, la prisa de la brisa en golpear tu cabello hace que me sienta la carretera mojada del rocío, corteza fresca más de lo que espero, o más de lo que merezco, o más de lo que te ofrezco. Camino sin lentes para imaginar que todas las personas tienen tu rostro, me acostumbré a comprar cualquier sentimiento sin saber que el sufrimiento era su real costo, y tú más lejos de lo que algún día calculamos, más lejos que el lugar donde dejamos todos los sueños, pero me acuerdo aún de su dirección, por si un día nuevamente nos encontramos. Vivo andando en la cuerda floja donde caminé desde tu despedida hace meses, y no sé nada de ti, te vi más de mil veces, y no estoy exagerando, solo que no puedo andar publicando la cantidad de momentos que en mi cabeza apareces. No sé si llegues a leer esto, no lo sé. Solo sé que quiero estar contigo cerca a tu piel. Me he alejado de todas las redes sociales, ni yo mismo sé el porqué, sólo quise escribirte y que te enteres que ayer una vez más te soñé.

Te quiero. ❤️