**~Novela Corta - Fuego en el Invierno - Parte I~**

Zoraya M. Rodríguez

Chalmer un italiano-francés vá en busca de leña para su chimenea. Es un bosque muy boscoso desde que cayó la primavera, pero, llegó el invierno y con él el frío. Chalmer vá en busca de más leña cuando el invierno crece y con tanto frío, desde que el imperio soslayó de penumbras y de dolores, desde que el tiempo cayó como las rosas en el jardín en primavera. Y tiene frío y se abriga el deseo, y más que eso se condensa el frío en la piel, en el aliento y en todo su cuerpo. Cuando en una mañana fría y de invierno y de álgido viento Chalmer sólo quiso entregar su coraje y su corazón a una joven que apenas conoce en el bosque. Cuando en el altercado se aferró lejos y se detuvo su pensar en el camino lleno de leñas buenas. Si Chalmer hizo y erizó su forma de atraer en la osadía de dar con el viento, un altercado frío y de dar con la calma de que al alma se dió como el frío tan nefasto. Cuando en el trance de la verdad ocurrió un mal desenfreno de frenar en la vida a ése terrible amor. Cuando en el ocaso y en el frío invierno se electrizó la forma de ver a ése amor llegar con el trance de la verdad. Cuando, de repente, se disfrazó el corazón de un amor entero cuando en el alma se vió una luz clandestina, sosegada, pero, llena de amor. Y sí, era Chalmer, el de la leña, o era el del bosque, el del amor a plenitud, forjando todo el amor en cada palabra y en cada letra deseando amarrar el deseo de amar. Cuando, de repente, se vió el alma muerta de miedo, cuando en el trance de lo imperfecto se vió el trance de la verdad, y en el alma se vió como lo imperfecto de una nada. Si en el alma se cosechó una forma de atraer el alma cuando a la verdad, se dió como el zumbido en el oído. Cuando en el alma se electrizó su forma de ver la vida, pues, en la sombra y en la penumbra en el dolor y en el frío se vió atormentado. Si en el alma se sintió como el suave murmullo de sentir el silencio en su propia alma, cuando en el embate de creer en el alma se sintió como el suave desenlace de creer en el trance de la verdad de ver traer más leña para la chimenea. Cuando en el ocaso o en el frío y tan nefasto se dedicó el alma en una sola creencia de creer en el primer combate de dar con el alma con una pura verdad. Si en el alma se identificó como el mismo combate de atraer en el alma una pura verdad cuando halló al amor. Y creyó en un suburbio autónomo de dar con el silencio una sola alma con la luz del amor. Y en el corazón se enamoró y vió como el desastre de entregar un combate de ver en el alma una seriedad en calma cuando en el corazón se amó en verdad. Cuando en el corazón se entregó como el mismo coraje de sentir el amor en el latido del corazón, y, como una verdad sincera en su alma. Y en el alma y en la calma, se aferró a él, en el amor verdadero y tan eficaz, como el mismo tormento, cuando en el alma y la luz se enalteció como de costumbre en el alma una sola soledad. Si Chalmer un italiano-francés, logró traer leña del bosque, hacia el mismo instinto cuando en el alma se siente vacía, y tan álgida como el mismo viento. Cuando creó una verdad, una sola solución y un problema que nunca acabará. Si en el alma una luz y con una sola verdad, se dió como el mismo imperio de la soledad, cuando Chalmer se vió aterrado de creer en el amor a toda costa, cuando en el alma se vió humorizado por un buen humor, cuando en el alma se vió como la luz en el alma correr dentro de su propio instinto. Cuando en el alma se oscureció de plenitud y de saber que el alma se aferró a decir en que el desastre de creer en el amor se aferró como el imperio de dar con el reloj, una hora perdida en el tiempo. Cuando en el corazón, se interrumpió de deseos nuevos y de un tiempo en que sólo el amor se murió de latidos débiles. Si en el deseo se convirtió en el alma una luz verdadera, como en el comienzo de ver el cielo lleno de luz. Si a la verdad de ver el cielo lleno de luz, se opacó el reflejo de la luz de la chimenea con el fuego devorador en la leña cuando Chalmer, se vió aterrado a creer en el amor a toda costa. Cuando a la verdad el frío atormentó a la piel un sólo desenfreno, cuando en el alma se dió como el mismo imperio del dolor de un sólo desafío en el alma muerta de espantos. Y no fue amor, sino percepción física de creer en el alma una verdad de saber que el amor se había marchado y tan lejos.

Cuando el alma de Chalmer se aferró al deseo vivo de querer amar en soledad a ese amor y se vió reflejado el sol en el alma viva el calor de ese amor bendito, sí, dentro del alma y del corazón se vió aterrado de sentir el deseo el mal funesto, cuando ella no presenta amor entre ellos dos, como un torrente de sinsabores, pero, ella no planea amar a Chalmer. Solamente se conocen en pleno bosque cuando Chalmer estaba buscando leña para su chimenea para abrigar su hogar del calor del frío que le acontece. Cuando, de repente, la mira y la observa a ella, ella llegó con su padre a recoger leña también en ese bosque boscoso, el cual, se le admira por su gran belleza y por sus grandes cortezas al talar el árbol. Ella lo mira y lo observa, lo mismo que él, Chalmer un italiano-francés, que decide y juró amar por el resto de su vida a esos ojos negros de la joven que apenas conoce en el bosque. Cuando, de pronto, ella le dice algo entre dientes, y él no lo entiende, pero, ella sólo quería divertirse un poco. Luego, él, toma la iniciativa de conversar con ella, y le pregunta que…

 

-“Oye, hermosa joven, ¿qué haces aquí…?”-,

 

Y ella a lo que le responde que..

 

-“Pues, lo mismo que usted, a recoger leña…”-,

 

Y él muy nervioso le riposta que…

 

-“Ah, sí, lo mismo que yo…”-,

 

Y ella le pregunta que…

 

-“¿Cómo te llamas…?”-,

 

Y él, le contesta que…

 

-“Mi nombre es Chalmer, soy italiano- francés y vivo cerca del bosque…”-,

 

Y Chalmer le pregunta que…

 

-“Y, ¿cómo te llamas tú…?”-,

Cuando, de repente, el padre de la joven la llama, y ella se disculpa con él y se marcha sin poder decir su nombre. Ella se marcha lejos de él, dejando un rastro de su esencia y de su perfume en el aire volando y llegando a las narices de Chalmer. Chalmer se fue de allí, con madera en mano y con un sólo pensamiento, el de querer amar a ésa joven. Cuando en la alborada de su mundo sólo amaneció con un sólo sol, desnudando el cielo de luz y más con un lindo y bello pensamiento de amar a ésa mujer con todo su corazón. Si en el alma zucumbió en un sólo trace en decidir con la fuerza de su propia alma, lo que en el alma se dió en contra de todo, cuando en el alma se abasteció de fríos y no de calores vivos cuando en el alma zumbó por un amor abstracto, pero, tan real como sus sentimientos y más por sus pensamientos. Cuando, de repente, se vió tristemente, pero, feliz a la vez, cuando su forma de ver el cielo fue como ver el reflejo del sol en cada parte de su propio mundo. Cuando en el momento se vió aferrado al decir que su amor le hace mucha falta, pues, en el interior de su cuerpo y de su alma y más de su corazón le hace falta ésa mujer. Cuando, de repente, la quiere ver, sí, ver, y otra vez. Chalmer no sabe cuánto la quiere, pero, él, sólo él, la quiere ver universalmente bella como la conoció en el bosque. Si, de repente, le gana la sorpresa de que estaba buscando un tiempo y un sólo coraje de que a la joven la volviera a ver en ese bosque, y sin sospechar de que él, Chalmer, la quiere ver en el bosque y vá y la busca, pues, su delirio en naufragar y querer salvar a ése amor que apenas él conocía, lo hace en buscar a la joven en ese bosque perdido y tan clandestino. Si, de repente, cuando él vá en busca de más leña en ese bosque perdido para su chimenea, y poder abrigarse de fríos y de tomar un calor a la vanguardia. Chalmer el italiano-francés se sintió solo y tan desolado que en el juego del amor dibujó a fuego de invierno. Cuando Chalmer se sintió triste y en soledad fue cuando quiso buscar a ésa joven en el bosque, la que él conoció y que desea amar por el resto de su vida y con un sólo corazón y tan enamorado. Cuando, de repente, se vió la joven forzada a ir a talar un árbol para leña de su chimenea y vió a Chalmer, otra vez, en el bosque silencioso y tan perdido como el mismo laberinto. Y se volvieron a ver en medio del bosque sin saber que el amor llega sin esperar nada a cambio. Cuando en un instante se tornó áspero, indeseado, y tan clandestino como el mismo desamor que no se hallaba aquí. Cuando en el trance de lo imperfecto, se vió aferrado a su propio corazón y tan desnudo como el mismo frío en el cuerpo. Y se fue Chalmer por donde se pasea el trance imperfecto, cuando en el combate de dar con el reflejo naufragando en el tiempo, se identificó como el más perfecto trance en amar a ninguna mujer y como un hombre perfecto en el amor ciego por ella. Cuando en el trance de la verdad dió como el mal deseo de querer envenenar el alma, pero, de amor y de pasiones buenas. Cuando se reencuentran en el bosque, sí, en ese bosque perdido como un doloroso laberinto. Si en el alma sucumbió un mal deseo, en querer amarrar el alma a ese amor que pronto será un amor tan verdadero, como quien quiere amar más, y más como una mentira y una verdad que se cruzan en el alma. Si en el corazón, se siente como una gota de pasión que hierve ardientemente. Y Chalmer se siente como el ave poder volar lejos, cuando mira a los ojos de ella, otra vez, cuando en el alma, se siente como una vez en el alma convertirse en el amor en el corazón. Y la cita a ella, sí, cuando en vez de graduar el alma con luz, el corazón se sintió tan suave como al palpar un algodón o una nube en el cielo. Cuando en su propia alma quedó como tan suave un perfecto momento, y en el alma una sola verdad, en que el silencio llenó a su corazón de amores inconclusos, para poder decir que en el alma hay y existe una sola calma en que se debe a que la luz fue como el sol. Cuando en el corazón, se debe a que el trance de la verdad, la citó en el bar, sí, en el bar cercano al bosque. Cuando ella lo acepta, y le dice más que sí y que lo quiere conocer más como amigo. Si, ella, la joven que tala el árbol para recoger leña para la chimenea le dijo que sí, y que no deja de pensar en él. Si en el alma y en el solo corazón quiso amar como nunca cuando se reencuentran en el bar. Cuando ella quiso conocer éso que llaman amor y que él quería en ser el hombre que ella amara. Si en el trance de la verdad se vió como el dolor o como el ocaso frío o como el vivo desenlace de creer en el ocaso muerto. Cuando dió y creyó en el alma fría y con un nefasto porvenir más malo que nunca. Cuando ella, sólo ella, se vió como el frío y el mal desenlace de creer en el alma sin la luz que emana de su propio cuerpo, pero, sin él. Y ella, sí, acepta y con el reflejo de la luz del sol, se vió atormentada, y fríamente inocua, en el mal desenlace o en el final de creer en el alma buscando un fuerte final en que ella sintió el mismo frío en su piel. 



Continuará………………………………………………………………………………………                                          

                           

  • Autor: EMYZAG (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 20 de octubre de 2021 a las 00:02
  • Comentario del autor sobre el poema: Un italiano-francés llamado Chalmer encuentra a su primer amor en un invierno y tan frío que el fuego ardiente de ese amor le deja la piel calurosamente caliente como el mismo fuego.., pero, ése amor se fue y se marchó lejos, buscando a otro hombre del que ella estaba enamorada...Mi #38 de novelas cortas en el año 2021… Mi #76 de novelas cortas hasta el año 2021…
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 16
  • Usuario favorito de este poema: Classman.
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