In Finito (Lamento del Sur)

I

Ella lo recordaba desde la altura de su vientre

-tiempo presente-

en el tronco germinal de la resina

y el floema sangrante en su costado.

Ella lo dibujaba en el vacío de sus labios,

en el vaho en el robo de los sueños,

en la flor en la malva de los sueños

y en su piel heredera del deseo.

Ella le vio dormir

-con los ojos despiertos-

los párpados leves escapando.

Ella le ungió al besar su propio rostro,

horda de besos de semillas de palabras.

Ella vistió, en el pliegue de sus manos,

sus nalgas y el sol de sus cabellos.

Pero no le vio hurtando su mirada,

corriendo a ocultarla en un baúl lejano;

escanciando sus versos y el tiempo

y un sorbo de levadura entre sus labios.

II

Él, que nunca fue,

que hizo del viento su túnica,

cuerpo de Pan ajeno de su sombra.

Él, que desposó a la muerte,

hijo de sí y de la aurora.

Él, palabra definitiva,

casi un dios un fonema

y de tanto nombrarse

casi humano.

Él, en el llanto de la tierra,

y en las cicatrices del alma

de los pájaros.

Él, su aliento y su materia,

anclado en el fondo

de su cuerpo de mujer,

a pausas naufragando para amarle.

III

Mujer, en mis manos se desvelan

tu cintura y tus abismos...

El tiempo en su pleamar nos mira,

quedamente en tus ojos,

la luna elevando la mirada

para hablarme.

Mujer, de tu beso inundados

la savia fecunda y el norte lejano.

Mi sangre del sur desnudará tu alma,

tu piel entreabierta

y su cauce de lava.

-1er Premio en el X Concurso Internacional de Poesía Caños Dorados de Fernán Núñez (España, 2019)-