CORTO VIAJE POR EL ESPACIO

CORTO VIAJE POR EL ESPACIO

Por el espacio interestelar se alejaba

este hombre dando tumbos. Había sufrido

un accidente espacial y había perdido

el contacto;

y una vez roto

el cordón umbilical con la nave nodriza,

estaba claro que terminaría muriendo

solo por el espacio estéril y anodino,

él, tan amante de los trinos de los pájaros.

Aunque, en aquel momento

todavía estuviera flotando

dentro del traje rojo, espacial, cerca de Júpiter,

el planeta que se veía tan pequeñito,

tan a lo lejos, a pesar de sus enormes dimensiones.

Vio acercase, pobre astronauta, una bandada

de meteoritos de calibre grueso y de perfil aristado,

rocoso, pero, por suerte para él,

los proyectiles no le dieron,

ni siquiera le rozaron

el traje

rojo de salir al espacio.

No sentía el oído, tampoco el tacto,

solo el sentido de la vista le servía

en aquellas circunstancias de silencio

más que absoluto, que

no quería interrumpir de ninguna modo

con el canto.

No quería siquiera seguir el compás

de la música con los dedos,

ni siquiera podía cruzar los dedos.

Él, que había sido siempre tan alegre,

y tan vitalista,

tan dado a la música y al regocijo,

ahora metido en una misión ya sin futuro.

Gaspar Jover Polo