Tocame te dije...
Yo quize enamorarme d mi a través d tu mirada.
Ahora
Que tengo miedo de rechazarme, ahora que mi casa se deshace, no quiero que me veas a los ojos.
Cuando el amor, desde un principio... no estuvo lastimado por el tacto, yo mire alguna vez a mi madre, con los ojos que hoy tanto han llorado.
Se fuerte, hija... Te hago un masaje en los pies... - no gracias ma, solo dejame estar en mi cuarto y que se me pase-
Deja que recuerde como habia pensado que era el amor propio, debo exculcar he extraviado, me he extraviado y estoy entrando ahora d la mano de la chica temerosa que no soporta verse al espejo, ahora esta sola. Se ha dado cuenta, que su mirada toca algo mas alla que el reflejo.
Veo mi sombra crecer, sintoma de la luz brillando en La obscuridad, mi obscuridad.
Comentarios3
Hermoso y profundo, como suelen ser tus sentires. Aunque era lógico que al hablar de ella, te saldrían las lágrimas.
Hola Estefanîa tanto tiempo, que pasa y yo extraño esas vivencias tuyas.
Este poema es una exploración íntima y profundamente emocional del amor propio quebrado y la búsqueda de la identidad a través del dolor. La voz poética parece hablar desde un lugar de vulnerabilidad, reconociendo que alguna vez buscó amarse a sí misma a través de los ojos de otra persona. Hay un anhelo de validación externa que, con el tiempo, se vuelve insostenible y se transforma en miedo: miedo de verse, de rechazar lo que se es.
Saludos cordiales.
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