SE PARECEN AL VIENTO

SE PARECEN AL VIENTO

Estuve en casa de Cristina Grossi,
me recibió su jardín con las flores abiertas
y surgió una sonrisa de sus labios discretos,
cuando abría su alma, al abrirme la puerta.

Allí estaba Manolo, un amigo dilecto,
quizá un poco huraño, talvez en desconcierto,
después de tantos años de no mirarme vivo,
quizá se suponía que hablaba con un muerto.

Pasaron agradables los ratos del momento,
surgieron remembranzas, hundidas en el tiempo,
trajimos el pasado mesándole el cabello
y nos contó otra historia, desde su propio cuento.

Las personas hermosas, tienen casas hermosas
y deambulan en salas, corredor y aposentos;
entran por todos lados y están en todas partes:
Las personas hermosas se parecen al viento.

Que agradable tener amigos como ustedes,
yo le pido a mi Dios, que los bendiga siempre
y espero que algún día relean este poema,
cuanda ya me haya ido y permanezca lejos.