En nuestro trasegar adquirimos heridas inmunes al tratamiento,
por esta razón permanecen por la eternidad totalmente abiertas,
el corazón se enjuta y es poco propicio recurrir a un sacramento,
las puertas del cielo están para siempre completamente cubiertas.
En cualquier instante aparece en las mejillas una diminuta lágrima,
este raro fenómeno parece no admitir una explicación verdadera,
eres obligado a ser un asiduo practicante de lucha, boxeo y esgrima,
porque ese prototipo de herida se torna extremadamente duradera.
Compadezco los humildes corazones que padecen este sufrimiento,
es un insoportable fantasma que acompaña por toda una eternidad,
un paupérrimo valor agrega conformar aquel robustísimo sarmiento,
es menos doloroso el momento final de una inesperada maternidad.
El sujeto puede acogerse a un arduo tratamiento de terapia intensiva,
pero el cuerpo sólo responde por breves instantes al fuerte estímulo,
pues luego adopta una actitud desconocida que es totalmente pasiva
y es obligado a abandonar el magnífico concierto sin tener alternativa.
Jaime Muñoz, agosto 5 de 2021
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Autor:
jamunoz (
Offline) - Publicado: 6 de agosto de 2021 a las 12:16
- Categoría: Sin clasificar
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- Usuario favorito de este poema: alicia perez hernandez.
Offline)
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