El deseo

Jesus de los Angeles Valdivieso Alarcon

Estábamos una vez en la colina
Cuándo vimos pasar una estrella fugaz,
Ella le pidió un deseo en voz alta.
Hace tres días ese deseo se cumplió.

 

Su voluntad final fue ser incinerada
Y que guardara yo sus cenizas
En una caja junto a su retrato.
Así lo hice.

 

Ocho años vivimos como pareja
Solamente nos teníamos el uno al otro.
Ella era huérfana desde bebé,
Yo un renegado absoluto.

 

Decidimos nunca tener hijos.
No queria ella que los probables niños
Padezcan de la misma enfermedad
Que su madre le habia heredado.

 

Tosía cada cinco minutos,
Y la gente parecía aberrararla por ello.
Yo la amaba con toda mi alma
Y nunca le mostré desprecio alguno.

 

Fue por ello, que tal vez de novios,
Cuando vio ella la estrella fugaz pasar
Le pidió éste deseo.
Hace tres días se cumplió.
Estuvimos juntos para siempre.

 

He vuelto a la colina otra vez
Y he visto nuevamente la misma estrella.
Pedí un deseo, el más desesperado posible.
Déjenme contarles
que mi deseo se cumplió también.

 

Hoy, desde la caja de sus cenizas
Que están junto a su retrato,
Puedo escuchar un llanto tan triste
Que solo se interrumpe
Cada cinco minutos con una tos.

 

Mi deseo era que ella volviera
Y de hecho ha vuelto.
No debí incinerar su cuerpo jamás.

 

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Comentarios1

  • MayaraMilena

    Un poema oscuro hermoso



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