Marcados en sus cuerpos andan muertos, 

son los hijos de la ira y de las tinieblas.

Andan entre los vivos pero son muertos,

dejemos que los muertos se entierren ellos.

.Dejad que los muertos entierren a sus muertos.

Mientras la tierra se llena de tinieblas de muerte.

Dejad que los señalados por la bestia vivan muertos.

Mientras la luz de la vida se va apagando en las tierras.

Llegan las mentiras de los hijos del Príncipe de las Mentiras.

En fila estiran sus brazos y son marcados con la señal del mal, 

andan con la señal de la muerte del cuerpo y de todo su espíritu, 

Loado sea Dios entre tanta desolación en este Apocalipsis del fin.

Fin de la vida de los que se quedan marcados y señalados por el mal.

Marcados con la señal de la bestia, andan muertos y pronto sean muertos.

Muerte por todos los lados, los niños son muertos en los vientres maternos.

Mientras son llenos de mentiras el rebaño por los falsos predicadores malvados, 

muertos son el alma y el cuerpo, mientras el polvo de la muerte se esparce por todo.

Muerte , muertes diferidas, marcados una y otra vez para serles arrebatas alma y cuerpo.

En las calles, en los campos caminan los muertos con su muerte que les arrebatará el todo.

Muertos andantes que van en fila una y otra vez a ser marcados, mientras caen unos tras otros.

Este es el mundo del Apocalipsis mientras la vida se llena de tinieblas y de los hijos de la muerte.

Son los hijos de las tinieblas que avanzan muertos sin saberlo y que entierran a sus muertos tras de si.

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Mateo 8:22,  “Deja que los muertos entierren a sus muertos"

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REQUIEM

Los cielos ya no son azules,
los cielos se tornan plomo,
y las estaciones cambian,
el invierno se alarga,
desaparece el otoño,
el verano es ardiente,
y la primavera desaparece,
y se extingue la vida,
esa burbujeante vida,
ese precioso mundo azul,
se nos muere, y mi corazón
deja de latir a ratos,
y sólo veo desolación,
y el hombre rey de la muerte,
consume la vida y
nos vamos despidiendo
del futuro, porque si caen
unos, porque no vamos a caer,
y el angel de la desolación,
abre sus alas, y suenan las trompetas,
y aniquilados con fuego y agua,
y los campos mueren de sed,
y las ciudades caen inundadas,
y las playas se mueren,
los mares son cementerios,
y nosotros tocamos las trompetas,
y no sabemos que puertas abrimos,
mientras la desolación cae por doquier,
y el mundo se muere a trozos,
y las mariposas desaparecen,
y todo cambia tan deprisa,
mientras abrimos las puertas,
las puertas al desastre,
y nadie dice nada, y
el hombre convertido en falso
Dios se convierte en su propio demonio,
y las trompetas de bronce tañen,
un requien por los inocentes,
por los que aman la verdad,
por los que lloran en silencio,
por los que claman justicia,
por los que aman la vida verdadera,
por los que aman el cielos azul,
por los que aman la vida en la tierra,
y cuando todo se pierda,
y cuando el poder se ahoge,
quizás surja una mariposa extinguida,
y os nenufares florezcan,
y cuando el hombre ya no sea
un peligro, florezca el mundo,
y una nueva musica de poesía
esparza aire libres de mal.

https://www.youtube.com/watch?v=JfDe0Mv5PPc&t=129s

Mozart - Requiem - Lacrimosa