Inocencia

 

Quisiera ser como un niño sin preocupaciones; sólo diversión, juegos de infante divirtiéndose un montón

Hoy  mi mente  piensa diferente ya no hay nada de aquel chiquillo que un día fue feliz. ¡Todo acaba! 

No sé dónde  empezó o terminó aquella inocencia de recuerdos dulces y amargos.

Mi alma llora cual niño sin emitir sonidos estruendosos ni escalofríos, siento ya no seré aquél que en su inocencia reía. Hoy sólo hay melancolía.

Regresa a mi inocencia no me dejes que me pierda en esta gran mar de agonía que hace que no pueda nadar contra la corriente 
hundiéndome en un exilio sin retorno a la inocencia de una dichosa infancia.

 No sé si la melancolía trae recuerdos de aquellos bellos días de risas con farmacias de dicha.

Quiero apretar mi pecho en la  almohada  llorando hasta limpiar mis ojos dejando de balbucear aunque no se pueda retroceder el tiempo y poderte
 abrazar.   

Recuerdo cómo  me aferraba a ti sabía que me protegerías de  todos y como fiera lucharías por mí.

Hoy no puedo reír no hay nada en mi. Me  sequé. Ya no estás en mi. He dejado todo. Pierdo el equilibrio sino estás aquí.

¡Detente!  ¡No me dejes! Regresa y no permitas que me marche tras cosas que no sé  si podré regresar, pero no te alejes guíame como cuando era niño. 

Espero tu abrazo en el regazo que me  hacía soñar en un mundo distinto cuando creciera pero hoy es distinta la realidad.