-Infinitos-(La mejor noche de mi vida)

Gustavo Samudio

Éramos invencibles aquella noche, no existía mejor presente que estar a su lado contemplando su sonrisa despiadada devora almas, recuerdo que temblaba cada vez que agarraba su mano, era tan grande la timidez que tenia en ese momento que besarla era una imaginación de un pirado.

Las estrellas nos observaban y a la vez nos alumbran con esa luz de luciérnaga que cautivan al mirarlas, la luna llena intentando brillar más que el sol, todo eso fue como si el universo se prestara para nosotros y nos regalara sus hermosuras que pocos ven con clarividencia, era tan majestuoso ese momento, no había celular, ni voces turbadoras de personas, ni momentos incomodos en el que el silencio invadía ya que teníamos tanto de que hablar y tantas cosas en común que destacar como si fuéramos el uno para el otro,- pláticas cósmicas, libros favoritos y frases ilustres, música de las buenas y cantantes legendarios como David Bowie, tantas cosas que decir y pocas que callar-.

La noche se consumía como una cerilla, pero ese momento era el nuestro y de nadie más, su cabeza recostada sobre mi pecho, acostados sobre una manta en el pasto, susurro una palabra que no pude distinguirla con claridad y que para no hacerla repetir aclare con la cabeza con un "si". No sabia lo que había dicho pero en ese memento sus labios se juntaron con los míos si previo aviso, un beso que parecía hacer que la tierra girara a una velocidad más acelerada de lo habitual, en ese momento me sentía infinito como si solo me faltaba ella para que todo a mi alrededor declinara a la vitalización y que me de esa sensación de bienestar que ninguna otra mujer pudo lograr.

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