Hilo rojo

Cuenta una leyenda oriental que existe un gran y resistente hilo que carga sobre sí mismo, una gran función, conectar a dos amantes, y se encuentra atado del meñique de ambos.

Dos nombres, dos personas, dos cuerpos, dos almas, que al nacer llevarán amarrado con fuerza,  aunque no lo sientan, ni lo sepan, aquel hilo...

Se dice por ahí, que éste, es tan largo que puede llegar a dar dos vueltas completas alrededor del mundo sin problema alguno.

Su color es perfectamente rojo y vivaz. Un rojo intenso y pasional, ¿Será por eso que se relaciona con el amor? Quizás allí está la respuesta...

Este hilo conecta a dos, que están destinadas a estar juntos, a amarse, y sin importar las circunstancias ni las vueltas de la vida, el hilo encuentra el camino, el modo justo para volver a cruzarlos, a reencontrarlos.

No importa que tan tenso se pueda llegar a poner, no importa cuánto se pueda llegar a enredar, y aunque por momentos parece que está a punto de cortarse, nunca lo hará, el hilo rojo es más fuerte que cualquier tipo de energía o pensamiento.

Pero, cuidado con esto, el hilo es muy sabio y sabe bien cómo y cuándo hacer que dos almas se unan. Y cuando sientas esa sensación, sigue a tu instinto y abre tu corazón y mente, debes estar dispuesto a dar y recibir amor.

Tal vez la persona a la que estás destinada, vive del otro lado del mundo, o a la vuelta de tu casa, tal vez lo viste, tal vez se cruzan mil veces en el día y ninguno de los dos se percata.

La vida es un viaje incierto, pero cuando el hilo rojo por fin los conecte, ni el más feroz viento, ni nada podrá romper el gran hilo...