Despedida

Rosalia sol

 

Llegaste a mí.

Tu silencio atronador,

rompió nuestros espíritus.

Sin promesas, ni pactos

que nos comprometieran.

Besé tus manos,

tu frente,

tu boca.

Hielo profundo eran tus labios,

Sonrisa de hiel ante tu farsa

Mi piel trémula suplicaba un momento más.

Tu abrazo cerró mis párpados.

Contuvieron mis lágrimas

pero en torrente desbocado brotaban sin parar

Resignada mis manos abrí.

No quise verte marchar

ni escuchar tu última palabra

tu figura se perdió

en la bruma de mis olvidos

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales


Comentarios2



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.