Vida-.

Ben-.

Pero algo estira

empuja, regresa

con sus cordones

inverosímiles, retorna

con sus zapatos inusuales.

Y cobra la vida

su prodigio, y comienza

y bellamente atraída

redunda en beneficio

de la alegría. La muerte

su estampa de fino escueto,

vino de la malformación

de un feto prohibido, la escuela

de la vida, su génesis de idiosincrasia

festiva. Oh, veo su adolescencia

plasmada en largos versos, con su cuerpo

inaudito vistiéndose de laúd, o cítara,

o verja de colegio. Y los veo

asumirse las plegarias, asentarse

en sus diatribas, buscar el azulejo

proclive, la promiscuidad

tras los espejos empañados.

Siempre lo veo, ausente, feliz,

decente, o mentiroso, vulgar,

anodina hormiga. Clausurado,

de puertas hacia arriba, su mundo

está cerrado.

 

©

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