ABANDONO... Romance

Ma. Beatriz Vicentelo Cayo



ABANDONO

¿A qué has venido esta noche?
¡En esta hora sin estrellas!
En esta noche de insomnio
pronunciando su honda ojera
tu rostro en lecho de añoro
en la oscuridad da vueltas

Ya mis horas no te nombran
para no morir de pena
merodean tantas sombras
con silencio que no inquieta
Fantasma del abandono
es triste, mas no molesta
y la letra de tu nombre
 crepita en tronco de leña
con leve fuego de nada
con levedad que no quema

Una lengua en tu fogata
una lengua vil, artera
susurra en llama muy baja
¡Que me dejaste por vieja!
Yo no miro negras llamas
¡Ni sus tornos de silueta!
¡Ni los zarcillos que encienden!
Ni sus trajes de piruetas

Si mi ropero está lleno
no me importan otras prendas
ni otro abrigo de relleno
Lo mío fue una veleta
sometida a fuertes vientos
en tus molinos de siega
Que si el agua se acabó 
en las fuentes de mis sendas
¡Ni reniego ni me quejo!
Del óxido de reyertas

Que vieja nunca yo fui
cuando asistí de enfermera
cuando tu dolor y fiebre
aplacaba en cabeceras
Y fueron ¡Ah tantas noches!
¡Tenías quien te atendiera!
Y empeñé lo de mi madre
cuando faltaba la cena
¡Trabajé noches y días!
 ¡Di todo por tu carrera!
Con mis tres hijos encima
viéndomelas como pueda

Hoy que el mozo se ha servido
¡Hoy esta mujer está vieja!
Y la dama de oficina
se lleva lista la cena
¡Con hijos comí frijoles!
Para su buena merienda
Si no importaron los críos
menos juventud que diera
cuando costó ¡Sudor, sangre!
¡Casita de adobe y tierra
¡Cuánta penuria sufrimos!
Porque zumbaban pobrezas

¡Señorito viste hoy galas!
De esas cosas no se acuerda

No importa mi caballero
así es la lluvia en vereda
cuando cae al piso, ¡Llora! 
Cuando se asienta, ya ruedan
gotas por otros cristales
nacarando por las cuestas

Déjeme con el insomnio
que a usted nada le interesa
si acaso duermo o no duermo
 que si estoy viva o estoy muerta
Usted ya gozó de sombras
de este árbol que ahora es leña
no espere que se crepiten
gemidos en la candela
¡No espere que se derrumben!
Carboncillos de entereza
¡No espere que le supliquen!
¡Que no nos deje por ella!
Que entiendo perfectamente
¡La vida tiene rarezas!
Que nadie tiene la culpa
que la otra sea mozuela
y que usted esté cansado
del esmero de esta vieja

Total fueron  ¡Solo once años!
¡Que no valieron la pena!
Fueron once años zurciendo
Calcetines para escuelas
¡Solo once años padeciendo!
¡Con el frío bajo esteras!
Abrazados unos a otros
¡Abrazos que ya no cuentan!
¡Abrazos a un padre, esposo!
Que juraba mil promesas!
Promesas que se esfumaron
se fueron por esa puerta
como el sol en la ventana
al final de primaveras

Pedimos solo una cosa
y lo hacemos con nobleza
y hágame caso mi hijito
que se va sin parentela
Vea por dónde camina
que la trocha no es pareja
y usted es gallo "usadito"
 Y ella…  bastante polluela

Dios no quiera que mañana
¡Le den  la misma moneda!

 

..................................

Beatriz Vicentelo

Derechos Reservados

  • Autor: Beatriz Vicentelo (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 5 de mayo de 2021 a las 11:24
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 24
  • Usuario favorito de este poema: Lualpri.
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Comentarios3

  • Lualpri

    Gracias.
    Saludos.

  • gaston campano

    Clásico refrán " A buey viejo pasto tierno".Lo tuyo fue gallo con polluela.
    Me gustó tu diplomacia, después de servirse la polluela dejola convertida en gallina no le valió la experiencia.Un recitado ara muchos gallos que le llegará su turno y lo dejen estacado en corral ajeno.
    Me gustaron tus letras,que verdad aflora.
    Un beso cariñoso.

  • Ma. Beatriz Vicentelo Cayo

    Muy agradecida por tu presencia y gentil comentario Gastón; ciertamente en el Perú decimos "Gato viejo, pericote tierno" lo mismo solo cambio de animales... ja ja.
    Gracias de nuevo, un abrazo



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