Si pudiéramos

Maria Angeles Lonardi

Si pudiéramos…  

 

 

Si pudiéramos ver la realidad

con ojos huérfanos ya de prejuicios,

intentar comprender y no juzgar.

Si fuera suficiente ver, mirarnos

y atravesar por fin el horizonte.

Si fuera razonable y comprensible

escuchar el viento o ver las estrellas

y tener respuestas que den la clave

para no equivocarnos, simplemente.

Si acaso fuera bastante un abrazo

sanador de heridas que nos devuelva

el aliento. Si pudiéramos juntos

desterrar el olvido o el abandono

y así crear un mundo en armonía,

quitarnos de encima el miedo silente

que paraliza, nos convierte en piedra

y fustiga. Si al encontrar el paso,

pudiéramos evitar el error

y no despeñarnos absurdamente,

o quizás acertar con esa palabra

precisa, que reconforta y alivia...

o extender la mano en ese momento

en que todo es fracaso y soledad.

Si fuera verosímil, aceptable,

lo que nos negaron desde el principio

y no llorar de espaldas al milagro...

Nos sobran justificativos diarios

porque nos creemos justos y santos,

sin embargo, nunca somos capaces

de evitar genocidios innecesarios.

Si pudiéramos escribir con buena

letra, y cambiar por fin nuestro sino,

como si algo hubiéramos aprendido.

Si fuera suficiente y alcanzara

sólo con ser cada uno, uno mismo...

reivindicando entonces la existencia

desde la brevedad de cada latido.

 

Mención Especial de poesía V Certamen Literario Universidad Popular de Almansa, Albacete, 2019-.

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Comentarios2

  • gonzaleja

    Merecida mención, y qué razón llevas: si pudiéramos, si fuéramos capaces de tantas cosas buenas como propones, "de evitar genocidios innecesarios". Un placer pasar por tus letras. Y felicidades por tan fértil inspiración. Que tengas buen día. Saludos

  • José Antonio Artés

    Excelente poema, reivindicativo, donde damos palos de ciego:

    No pienso en el camino, solo ando,
    hacia un no sé donde, sin destino,
    guiado por el egoísmo, no parando,
    sigo caminando hacía el desatino

    Sin ser consciente, el cambió llegó
    nuestro mundo naufragaba,
    el aire se marchitó de repente,
    y el inspiro vital, nos asesinó

    ¿Qué fue del ayer despreocupado?
    ¿De la inexistencia de obligaciones?
    el hoy se viste de negro, sombreado,
    el miedo paraliza las emociones

    Aflora mi esencia, la fragilidad,
    recuerdo de mi endeble existencia,
    el alquimista que convierte con facilidad,
    el duro acero en débil cristal, y su esencia

    Escucho una nueva voz, ilustre,
    la voz que los ancestros respetaban,
    la voz que nos envía la Tierra, que sufre,
    el sendero natural por el que caminaban

    • Maria Angeles Lonardi

      Pelayo gracia spor tu comentario . Excelente poema el tuyo. Si, vamos dando palos de ciego.



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