MI HERMANO Y SU AMIGO

marta CARMEEN

MI HERMANO Y SU AMIGO
Vida, no me das tregua, nuevamente me sorprendes. Eres
astuta e imprevisible, por eso te disfruto, admiro y temo.
Abriste el telón a la esperanza y nosotros tus títeres
actuamos esperando el aplauso final.
_ ¿Qué fibras y sentimientos adormecidos encendiste,
para que renaciera tanto amor por Carozo?_
El alerta sobre el estado de salud, lo emitió mi hermana y
su conmovedor compromiso de hermandad. Me llevo de la
mano, como cuando niñas, resuelta pero cuidadosa, a la
casa de nuestro hermano.
Ahí estaba Carozo y su perro.
Impertinente yo digo…” perro “. En realidad es su amigo,
el compañero inseparable, el que duerme en su almohada y
lame su boca cuando quiere salir.
Comparten comida, cama, vida y soledad. Se miran,
mueven la cabeza hacia el mismo lado. Carozo reclama.
_Háblame…!!! Si no me hablas como querés que te entienda…!!!
Ayer compró una estufa, dice …
_Yo no tengo frio pero él se está poniendo viejo y tiembla”._
Frente a la estufa, sobre una manta de lana, su amigo, lo
mira y mueve la cola.
Nos cuenta sus pesares. No sabe qué le pasa, se marea y
se ha caído más de una vez. Repentinamente se torna
exultante… Nos relata…
_ Saben estoy llamando a un programa de radio, ya me
conocen y están asombrados cuando les cuento las anécdotas
de Kirchner .
Se siente feliz y ríe hasta que su carcajada, se convierten
en la tos que lo ahoga. Para distraerlo le digo
_Hermano, te van a llevar preso, como se te ocurre
ponerle al perro el nombre de un presidente._
Espontáneamente responde.
_ No te das cuenta que es tuerto._
Otra vez la risa exagerada, otra vez la tos. La tarde se
hizo noche compartiendo mates, mimos y risas. Mi hermana
y yo nos miramos con tristeza y preocupación. Él no lo
percibe. Se repone y continua hablando como nunca lo
hizo. Nos cuenta que en esa radio hay un concurso, elegirán
al mejor perro del mes, para participar hacía falta
llevar una foto, le sigo el juego tomo una foto besando a su
perro. Decidida, a conseguir el premio, partí rumbo a la
radio, no recuerdo como, me vi sentada frente al micrófono
convirtiéndome en improvisada locutora relatando
anécdotas de nuestra niñez. Del otro lado de la ciudad
nuestro hermano asombrado escuchaba el programa.
Juntas las hermanas, más hermanas y más juntas que
nunca, fuimos a su casa. Lo encontramos llorando, emocionado
y feliz.
_ “Que grande Martita, que lindo hablaste en la radio,
porque no les decís que te contraten como locutora”.
Seguro que nos ganamos el premio.
_No sé qué me pasa, ahora lloro por cualquier cosa._
El que no se permitía llorar, logró hacerlo, el niño superó al
hombre, cortó las cadenas y se lanzó confiado a los
brazos de sus seres más queridos.
En medio del pasillo del hospital, entre guardapolvos
blancos, angustias y esperanzas giraba el personaje
destacado, el cuatro patas que algunos llaman animal,
otros perro, yo el amigo de Carozo. Mi hermano murió,
reconciliado con los lazos más fuertes de su vida y
orgulloso, creyendo que su compañero había ganado el
concurso “Al mejor perro del mes”.

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Comentarios2

  • Jorge Horacio Richino

    Sin duda una historia muy dura, en un relato en que se exponen tantos sentimientos que provocan emoción y tristeza a la vez!
    Acompaño tu dolor y el de tu querida hermana!
    Un muy fuerte abrazo!!!

  • marta CARMEEN

    TE ABRAZO



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