GARABATOS Y ALGO MAS....

GARABATOS Y ALGO MAS…
Amanecí con las alas desplegadas y brillantes como arcoíris
enamorado.
--------
Mi día fue de ahondar, en entrañas, de olores y sabores,
de amores y dolores.
--------
Fue feliz, cuando escuchó el sonido de la tierra sobre su
cajón.
--------
La noche me da fantasías, pizca de locura sueños y
alegrías.
--------
Me dicen sembradora de esperanzas, no saben que lloro
abrazada a mis propios brazos.
--------
Cuando muera, solo llevarè lo que di.
--------
Tarde comprendí, que el embrujo del sicópata va de la
mano voluntaria de los menesterosos del amor.

--------
La intensidad es lo mejor y lo peor de mí.
--------
Mi boca entre abierta al beso simulado, es el cristal
invisible que separa nuestros mundos.
--------
Cuando los versos dan olvido a los temores, surgen mil
vidas repletas de emociones.
--------
Mi alma danza melodías.
--------
Juan levantó el teléfono y dijo espérame bajo la ducha.
--------
Mario abrió el horno y sacó la peluca rubia, que luciría esa
noche en la boda.
--------
Ana volteó y vio que su novio, le estaba acariciando las
piernas a su prima.
--------
Anastasio cayó sobre el charco barroso y extravió su
prótesis dental.
--------
La niña, con el dedo en la nariz, preguntó…
_¿Cómo será la piel de los ángeles, mamá ?_
--------
La anciana, arrojó sus muletas y corrió a los brazos de él.
--------
A sabiendas el sol, que la noche le da amores a la luna,
pizca de locura e ilusiones, se ocultó tras las agujas del
reloj.
--------
Lanzó un sordo gemido dejándose caer en el lecho. El amor
no pasa, no muere, se queda con nosotros. Ahondó en las
vísceras, olores y sabores de la infiel. Y se quedó.
--------
Voy hacia el lugar más oscuro de tu corazón. Déjame
entrar.
--------
El pájaro carpintero, convirtió en aserrín el sillón del
abuelo rezongón.
--------
Le dicen sembradora de esperanzas, ignorando, que ella
derramó sus últimas semillas, en caminos sin retorno.
--------
La Duquesa arrogante, descendía por la escalera principal,
tropezó con su soberbia, cayó de espalda. Los invitados,
obsecuente, aplaudieron hasta que su trasero toco, el
último escalón.
--------
Ensordecido por los gritos de sus silencioso, la dejó partir.
--------
Mi historia no pasó, no se fuè, quedo enraizada en mi
memoria.
--------
Sentí la humillación queriendo emponcharme el pecho y me

quite la piel.
--------
Cuando la marea crece, corro a favor de la ola para lavar
mis pesares.
--------
Me dijo: Ayúdame a encender la velita de noche y compartiré
contigo mis confites. Acaricié sus cabellos y Doña
Carmen se durmió sentada en el borde de la cama.