LAS CUATRO CUERDAS

RAMÉ



Brilla al compás de For Elisa

Y es Paganini quien sometela 

Quien ha de cantar con ella 

Y es que su gloria es eterna 

Con matices que chillidos parecen

 

El viento rapaz cruza su nido 

Trata de darle un mejor sonido 

Pero es inconmensurable su pasar

que daño causa y cambio trae 

al ras de un mentón adolorido 

 

Sigue cantando con libertad

Mientras amigo suyo le otorga voz 

En Pasadena , la primavera atrae

En Yale , lugar de encierro, inviernos causa

 

Y es que resulta epifanía , escuchar su pluma en contacto

Y menguada , parsimoniosa , en templanza de sol y de sis 

Son sus cuerdas ahora amapolas infinitas 

Y es su mítico arco que lanza el compás quemante

 

Contra el flujo del sonido , del peso encuentra equilibrio 

El salado se ha combinado con su diapasón 

Del mismo frenesí causado en aquel viejo rampón

Canta a Gales , llora a Inglaterra es del mundo ahora dueña

 

Asi la bella doncella de perfecta estructura , finura

Sumerge sus sentidos hasta el mas minino

Para al fin con sus sendas notas poder transmitir

Un atisbo , un coloso , a las rotulas y a los vellos ese ideal de infinito 

  • Autor: Renesme (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 6 de marzo de 2021 a las 08:58
  • Comentario del autor sobre el poema: Oda a las cuatro cuerdas y a la Sonata del diablo.
  • Categoría: Surrealista
  • Lecturas: 13
  • Usuario favorito de este poema: Vogelfrei.
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