Volvimos del adiós…

Al Duborg

Mientras tus pupilas brillen

no habrá sombra en el camino,

que se interponga al destino.

Mientras tus ojos titilen,

no habrá pretexto que valga

y en la sensatez no salga,

mientras mis ojos te miren.

No podrás mirar de frente

y pasar por indolente,

lo que tus ojos me dicen.

 

Basta una leal palabra,

que cosquillee al oído

y tu corazón dolido,

con solemnidad nos abra

las puertas de la razón.

Para que acceda el perdón

y se escabulla el olvido.

 

En tu mirada coqueta,

se cruzó la picardía

y en unos labios perdía,

los ejes de mi carreta.

De aquella mirada inquieta,

 vi como la hermosa luna

reflejaba en mi laguna,

aquel mágico cortejo

y de un guiño zagalejo,

ha vuelto a mí la fortuna.   

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Comentarios1

  • Raiza N. Jiménez E.

    En tu mirada coqueta,
    se cruzó la picardía
    y en unos labios perdía,
    los ejes de mi carreta.
    ****
    No es para menos, una mirada puede cambiar mil mundos. Gracias.Jocoso.

    • Al Duborg

      Gracias por leer mis humildes versos, saludos desde la tierra donde la naturaleza diseñó, un pequeño Sahara...

      • Raiza N. Jiménez E.

        Epa, amigo, muy bonita tu creación.Saludos



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