La Mujer Del Bar.

Augusto Fleid


La vi entrar al bar,
A una mujer vestida de rojo
Ámbar, a la par de sus ojos azules
Que me hacía palpitar el corazón.
Sus labios pintados por acuarela con un balsamo color azahar.
Quise probar al destinó desafiar.
A la suerte después de tomarme esta copa de vino.
Desate de una botella llena con los mejores versos para asi robar de ella una mirada que me hiciera tentar en soñar con aquella mujer.
Hasta podia añorar con aquél beso ese que me hiciera preso. Pudiera hasta sonrojar el ánimo.
En el amor soy anónimo de su imperceptible mirar como cautivar aquella figura indescriptible como podría descifrarte con sólo mirarte si eras arte puro...


Arte en esencia que poco a poco acaba con mi paciencia,
¿ Como poder entenderte si ni tú misma te entiendes ?
Si el amor fuese al menos, una rama de la ciencia,
habría pasado mas tiempo estudiando las lecciones
y aprobaría este examen sin muchas complicaciones.


te vi entrar como cada día en aquel bar,dibujaste una sonrisa tímida y veraz
Bebí mi café con sabor amargo preguntándome el por qué,
Y entendi que mis ojos estaban perdidos en ti,
Dejé un beso carmesí en el posillo,dime mañana si lo recibiste
O dame una señal de por qué por años nos sonreimos en este bar
Porque a mí ya me duele sonreirte y no conocerte
Med


Y ami me duele mi amor hasta nombrarte,
porque a través de esta enorme distancia,
es del todo imposible poder acariciarte,
sentir tu calor...oler tu fragancia...
estrecharte en mis brazos y besarte...
¿ como hacerte el amor en la distancia ?


Un juego de desafios, entre su perfume y el corcho
Que desata el aroma vino de cuerpo elegante y gordo
Si me capta su atractivo,la cautivara lo fino?
Se sabra pronto en su vigiloso rostro.
No se aparta ningun de la barra y aun le habren camino
Al tren de su vestido y su cabello de remolino
A su rubor primavero y sus labios pintados escarlata
Y yo vestido de negro, como consorte de la noche, como amante asesino.
Sacudo mi saco y con elegancia arreglo mi corbata
Ensayo mis palabras, pues se merece toda caballerosidad como serenata
No alcanzo escuchar mas que una risilla, con la ida de sus tacones
Asi sin mas mi concierto se volvio en sonata.
Pero ni pensar todo esta perdido, dama de noche, quedo su labial en su copa de vino
Dos labios bebidos, tan pequenos, tan fino
La bebida me ha vuelto masculino, pero esta noche me ha vuelto usted un niño
La volvere a ver sin duda, porque a proposito me a dejado migajas de perfume y vino en su camino.


Decir adios es difícil,
renunciar a lo amado es difícil.
Peor que el adios y la renuncia es la incertidumbre.
Anhelar algo al alcance de la mano y no atreverse a cerrar la mano para adquirilo y detenerlo.


La volveré a encontrar cualquier día en el bar,
se volverán a cruzar de nuevo nuestras miradas,
tal vez ese día sea capaz de atreverme a hablar,
todo lo que no fui capaz de decirla esa mañana.


Es que nadie le había dicho qué mujer de Rojo,
es una mujer perfecta que no escatima en arrojos.
He visto a muchos Adanes, que desvían el camino,
para oler un perfume y, a eso, lo llaman destino.
Yo no sé ni que decir de los varones venáticos.
No miden los riegos y buscan finales dramáticos.
Mi consejo, si se puede, siga su camino hermano.
No piense en sus besos aunque sea cosa de humanos.
Raiza N. Jiménenz


Seguiría tu consejo de continuar mi camino,
porque la vida me lleva por absurdos derroteros,
pero a menudo quien manda es nuestro propio destino
y le daría la espalda a millones de "te quieros."


Un perfume de mujer entró al bar
destapando botella de deseos,
corazón inquieto late en jadeos
porque muy cerca a mí logró pasar
Su vestido me comienza a drogar
al ver ceñidos sus buenos trofeos
pues marcan el camino sin rodeos
para el cielo y el infierno alcanzar.
Luego me mira como a una presa
y sonriéndome pronuncia, ¡Hola guapo!
con bellos labios escarlata y fresa;
y yo me pregunto ¿Cedo o me escapo?
no obstante la sigo ¡Vaya sorpresa!
aunque después me deje como trapo.😃


La mujer del bar, es indescifrable.
Con su rojo vestido, y su mirada distante
suscita comentarios.
Está allí, bebindo su copa de champaña.
Ajena al bullicio,
concurre tods los dias,al atardecer
y permanece en soledad.
Su personalidad serena se destaca.
Esconde un misterio.
Espera a alguien que no llega.
Tal vez lo espera en vano.
O tal vez ese alguien está allí,
o estuve en ese bar hace tiempo,
y ella sí, se reune con él,
todas las tardes. Paleornis.


La mujer del bar venía de rojo
Yo algo cojo pero con arrojo
Me arrojé frente a sus piernas
Parecía una escena de caverna
Le pedí una moneda que creí que pedir besos era mala ocurrencía
Sacó con mucha paciencia de su bolso tambíen rojo y unas monedas las que dispuso en mi man
Luego me fuí con alegría tierna
Al menos dos monedas más se perdió en la guerr


Ella estaba en ese bar
ahogando negras penas,
sus lindas piernas morenas
invitaban a pecar.
Sólo le pedí bailar
como todo un caballero
mas me vio cual callejero
juzgando por mi vestir;
y yo no quise insistir
por medirme con dinero. (W. M)


Poderoso caballero es don dinero,
pero en cuestiones de amores
es mejor que lleves flores
y no lleno el monedero.


Absorto como estaba, perdido en mis pensamientos, ella estaba ahi, con dulce voz me dijo que deseas tomar.
Vestida de bluejeans, camiseta blanca algo ceñida, un par de tenis blancos, un cinturon de cuero, cabello recogido, un lapiz y una libreta-
Aquel hermoso angel el cual mire, sus senos hermosos, sus caderas de fantasia, sus cabellos de azafran, tomo mi pedido y no la volvi a ver jamas


Sera que a la mujer del bar
la pusieron de muestra como tal
y hoy ustedes la van a juzgar
si la pobre a nadie hizo mal
de lo dicho yo me deshago
llegué hasta aqui por un trago
para juzgar tenemos juzgado
quien tire la primera piedra
después que se suba al estrado
pues mis versos ya he terminado


No fueron sus ojos si no su escencia, el que al final de todo alteraba mi presencia.
Fugándome a mi casa con tu cara en mi cabeza
pensándote, extrañando, aquella dama fantasmal de la que no podía escapar.
La volví a buscar, no en el bar si no en mis sueños, si no era dormido , me acompañaba en mis desvelos.
¿Es una obsesión o es amor? Pensé. Pues la soledad me consumía y no había nadie quien me llenara de placer.
La mujer del bar nunca más apareció, fueron el fruto de mis fantasías por quien ella existió.
Ella nunca fue real comentaban las personas que habitaban en el bar.
Su recurrente espejismo fantasmal acompañaba mi soledad.
Nunca estuvo presente más que solo en mi mente, consciente que los días los pase como tan solo un demente.
Deambulando por aquí por allá , en diferentes bares la encontraba y jamás me le pude acercar.
La invente a mis necesidades, la necesite por mis malestares, más se que no existió ni existirá, más que en mi mente y en mi cabeza que ahora deseo arrancar.
(Mar de Sangre)


La vi entrar y supe que ningún alcohol tenia esa graduación, supe ademas que hasta los cubitos de hielo se derretían y era imposible hacer un coctel, porque ella era el coctel, hasta las burbujas efervescentes eran las miradas hacia ella.
Se marchó tal como vino y desde aquel día el bar quedo huérfano y difuntos los ojos de todo aquellos que la vieron una vez.


Evoco las noches de alquitrán
con tu figura allá a lo lejos,
en sobrio aire muy bermejo
y sin importar el qué dirán,
de bardo, bohemio y galán
te regalé mis mejores versos,
ajena al Cosmos y Universo
dedicada a tu mundo del bar,
sin reproches por trasnochar
me vi en la bebida inmerso.
- Hermes Varillas Labrador
#FormandoCiudadanía” & “#ElArcoIrisDeLosNiños


Y asi sin mas su roja escultura daba sepultura
Pues a la indecicion perenne mia mato sus labios escarlata
Asesino socavando polvos ; ella se sumio en el infinito
Y junto con los astros ahora ella ha de estar
Ya no usa aquel vestido mas desnuda ella baila sin parar
Ahora es prostituta de sabiduria , pues a todo arrima
Prostituta de libros canela , de bibliotecas
Dejando a lo eterno el lamento de un quizas mientras ella disfruta el efimero presente
Mas yo aqui en tierra , de alguna manera encontre mi existir
Dejando a las cuerdas el dolor y con papel me ha de desvivir
Nunca saboree su alma sin embargo yo acepte que ambos no nos podiamos disfrutar


En el bar lleno de gente
que toma y que baila,
que ahoga las penas
creyendo sin miedo
que todo se arregla
hablando a las chicas
cerca del estaño
tomado algún coctel
haciéndose amigas
que todo lo pueden
mientras que la farra
en la noche siga.


En aquel bar estaba mi destino
cuando entré estaba solo, triste, desorientado
había perdido para siempre un gran cariño
mi risa lloraba, con Dios estaba enfadado
allí llegó una mujer hermosa como una Diosa
como la que jamás podría haber imaginado
me enamoré de ella como un niño
que pureza y candor se ha ilusionado.
No pude evitar abordarla
pero la tristeza volvió a mi lado
¿Será acaso que aún el amor no estará a mi lado?
no pierdo la esperanza de volverla a ver
y su pasión llegar a conocer


***
Luego de mucho charlar
por fin el día llegó.
Nuestra cita… en ese bar
con historias a montón!
*
Como soy hombre puntual,
media hora antes llegué,
y buscando un buen lugar,
a lo lejos observé…
*
La mesa más ideal
y a poco allí me ubiqué,
mientras rosas de un rosal
trepaban una pared.
*
Se aproximó el camarero
que amable me saludó,
a lo cual, le dije, espero
a una dama, por favor…
*
Aguarde usted a que llegue
para hacer nuestro pedido,
seguro muy pronto viene,
ya lo verá amigo mío!
*
Se marchó sin objeciones
y yo con nervios, mirando,
para todos los rincones
pues quien estaba esperando…
*
Era al momento una voz,
dulce, sensual y preciosa
que si bien se describió
en pláticas armoniosas…
*
Eso sólo conocía
pero con ello bastó
para ir a verla aquel día
con una gran ilusión!
*
Además por otro lado,
ella en igual condición,
mas ambos obnubilados
por tantas charlas de amor!
*
Fue un domingo de mañana.
Un bello día de sol.
Mil pájaros que cantaban
melodías a montón.
*
La hora se avecinaba,
todo mi cuerpo, un temblor,
mi corazón palpitaba
tan fuerte como un tambor!
*
Gente que iba y venía,
adentro y fuera del bar,
de pronto, justo en la esquina,
en la entrada principal…
*
Mis ojos paralizados
y sin dejar de mirar,
quedaron como hechizados
ante tal preciosidad!
*
Con un vestido pastel
lleno de flores del campo,
sus ojitos color miel
y exuberantes encantos…
*
Se la notaba perdida
observando a todos lados,
mientras mi yo me decía…
Es ella, tu Ser amado!
*
Me levanté suavemente
y un gesto le propicié,
y al responderme sonriente,
la verdad… Me desinflé!
*
Era tanta la emoción
que no puedo describirlo…
La Mujer del Bar, sos vos…
Mi amor y mi eterno idilio!
**
Luis A. Prieto
26/02/2021
1:32 hs.
Bs. As.
Arg.
***
**
*


¡Ah! silueta difuminada, desperté sintiendo ausencia del gran sueño que añoraba, en sombras diluidas del paraíso se evaporaban
al bostezo y limpieza de mi rostro, luego nada, nada, nada.
La tristeza y vacío se agolpó en quien no ha salido de su propia caverna.
Me cuesta pensar que no he vivido, que ni siquiera nos hemos atrevido…
¡Oh mujer de mis entrañas!, de añoranzas de amar en el servicio de un bar.


La mujer de aquel bar,
era con nosotros muy amable,
nos miraba sonriendo,
nos decía sois una pareja admirable,
era un bar-bodega donde íbamos,
era encillo, acogedor como de familia.
La mujer del bar era humana,
trataba a su clientele con el alma.
María Isis


Ahora en su lugar pusieron una máquina,
nos sirve el café en un baso de plástico
y automáticamente nos da las gracias,
el baso es pequeño y el café es un asco
pero aún seguimos yendo todas las mañanas,
solo porque nos recuerda a la mujer de rojo.


Ella es una mujer
Igual a todas
de la tribu mujer
Hija, hermana, madre
abuela quizás
Pero trabaja en un bar
como muchas
como pocas
Algo que la etiqueta
como a muchas
como a pocas
Ella es igual a todas
pero la llaman mal
la mujer del bar
LHD


LA MUJER DEL BAR
La mujer del bar no siempre es puta señor Joan
¿Así se vista de rojo, porque la vileza ataca?
Aquella que te sonríe con sus labios de grana
Es la mujer que describe el poeta Cogollo Ayala
El que es capaz de tratarla despectivamente
Ni porque fuera parido por la mismísima hiena
Fue una mujer quien nos cargó en su vientre
Para que la maltrate un machista de mierda
La mujer del bar puede ser la mujer ideal
En el corazón de un hombre de mirada tierna
Como la describe el verso de un poeta real
Justo Lualpri ternura en tus letras muestras
Fuera el machismo grosero e indignante
De los que con sus letras hieren la ternura
Vestida de rojo, minifalda y tacones altos
De mirada sensual y oídos para la amargura
De aquellos que llevan al bar sus fracasos
Muchos llegan al bar a tratarlas como basura
Que esperar si de inteligencia son escasos
Porque el que agrede una mujer se le augura
Devolverle su propio excremento a su paso
DOMOTA (MARIA DOLLY MONTES TANGARIFE)
DOMOTA (MARIA DOLLY MONTES TANGARIFE)


Esa mujer del bar
por necesidad
allí esta, viste
de rojo para tapar
su esmero y así poder
pasar un noche mas,
sin poder ocultar
lo que la lleva
a estar en ese lugar.
Violeta


Muchas veces voy así...de bar en bar,
de lugar en lugar, de copa en copa,
termino con mujeres que se quitan la ropa...
pero que en realidad no me hacen enamorar.


Lo extraño era que de la mujer del bar
Nadie sabía quien era
Si era otoño primavera
Verano invierno nadie lo sabía.
Ese era su gran misterio
Donde vivía donde dormía
Y quienes eran sus amantes pasajeros
Que con ella huían tras el bar donde
Había un agujero


Ni santa, ni casta, ni pura,
ni puta, ni mujer barata,
talvez enamorada, o, quizás rozando la locura
yo soy la mujer de escarlata.
La que ofenden los que han recibido mis rechazos,
y la que aman los que han encontrado paz entre mis brazos.
No hay reproches en mi vida,
voy segura de mi andar,
no hay miedo en mi camino,
y hay historias de amor ocultas
que retumban en aquel bar.
Los motivos de mi presencia
aquella tarde de lluvia,
era solo un trago, talvez dos,
y revivir mi alma cansada y mustia.
Ante terribles ofensas
jamás desviare la mirada,
nunca bajaré mi frente,
jamás negare quien soy,
aun, si no me comprende la gente.
Lo único que admitiré
para mi propia defensa,
es que de ti me enamore,
cuando entré por esa puerta.
Y por este amor que siento,
que me sigue y me atormenta desde hace ya, algún tiempo,
y que  no me atrevo a confesar.
Me verás, todos los días,
con mi vestido rojo, mis tacos de aguja
y mis ojos llorosos,
sentada en aquel bar.
Anabel López Rodríguez.


Alto!resonó mi corazón en eco..
Mirad como pasa la bella Dama
Hermosa, y alta y galante flama,
Esbelta y garba, como la flor soñada,
Alto! Mis ojos murmuraron en reflejo
Mirad la octava maravilla frente a la casa
Como aguarda mi despertar al alba.
Alto! Y voltearon miradas en manadas
Pasa la estrella, solitaria de mi universo
Llena de finas pinceladas del tintero
Alto! En tono alto cantó el tenor ligero
Y tono grave mi quedó mi corazón austero
Y así calienta mis días mi noche la bella da


La noche caía , hacia frío entre a un bar de paso , olor a cigarro , a licor , entre media luz , quede paralizado al verte .. ! Ahí estabas !! Si ahí estabas !!
Después de tantos años , te encontré sin querer , esta noche estabas aquí ... cuando te vi , estabas sola con tu copa , sumida en tus pensamientos , me quise acercar ,te quise hablar , te quise saludar .
Por un momento tuve miedo , sentí un escalofrío recorrer de pies a cabeza , estabas ahí, tan cerca de mi , mi chica del bar
Muchas noches soñé con este instante, se vinieron a mi mente todas nuestras travesuras , nuestras promesas, se me vino a mi mente nuestra primera entrega donde los dos estábamos nerviosos, donde dos almas inocentes,, entregándose al placer del amor .
Estabas ahí solo te acompañaba tu copa de vino y tu cigarro ,una vieja melodía sonaba desde la rocola .
No notaste mi presencia , yo seguía observándote , sin saber que hacer ....
Alguien se acercó a ti , como si lo estuvieras esperando , te dio un beso, tu te levantaste , lo abrazaste y te fuiste con el .
Mi chica del bar , te vi y ... otra vez te perdí , o nunca te he tenido ? , ... regresare mañana , ojalá te vuelva a encontrar .
*** Javier Juarez ***


No tiene lógica ni razón de ser
para un mundo civilizado,
que a la mujer haya empujado
a ese tan innoble quehacer,
a todas estas se debe reconocer
están en deuda con la moral,
para los que asisten a un bar
en lugar que, al templo o iglesia,
ejemplar la lección en Suecia
pero cuesta caminos rectos andar.
https://www.youtube.com/watch?v=aGkbjPLO8Wg
Hermes Varillas Labrador
#FormandoCiudadanía” & “#ElArcoIrisDeLosNiños


la mujer del bar está preciosa
he oído que le dicen lady bar
como mileidi pero es otra cosa
suena mas bonito leidi bar


No escatime en mis palabras, cuando la llamé "puta", ya que ella estaba de puta madre. Sin embargo, su sola silueta se me asemejaba a una puta pena, ya que bajo ese atuendo escarlata, se encontraba una verdadera mujer apasionada, quien en las noches a un frío amor, que tal vez nunca llegaría, lloraba.
Y así, de brazos en brazos, ella tampoco escatimaba en su amor, esperando que, algún día, alguno de aquellos brazos, la recibiera con las mismas ganas.


Entre el humo,
colores trashumantes y siluetas antojadizas;
eres lo único real que miro
tras el cristal
de mi copa;
y me pregunto si estás a mi lado
o únicamente te evoco
entre la confusión que me trae tu nombre
y tu recuerdo...


Tu recuerdo...
ella me dijo,
que somos polvo de estrellas
mientras las esquinas de sus labios
me trepaban por dentro.
Y afirmaba, que el silencio
no existe,
es...una quimera
que los latidos ,siempre suenan
pero andamos despistados.
Virginia Marie

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Comentarios3

  • angelillo201

    estaba ella en el bar, hacia mucho calor , era un día tórrido de agosto,y todos la estábamos mirando sudando, queríamos decirle algo. Ella sabía lo que estaba haciendo para que la miráramos. Al final no pude más y me fui a por ella. ¿Vas a dejar de monopolizar el ventilador como todos los días y dejar que se mueva hacia todos los lados? el resto también tenemos calor

    • 🔥Ls. Angel

      👍👍🤣😁JAJAJA

    • kurdo

      Tras el mundo que deje en un vaso enfurecido
      En el fondo de el había una mujer cálida y fría al día día
      Saludos para ti poeta

    • Nelly Castell

      Y en aquel bar pude hechizar con la mirada, a todos los miré, con mi sombrero bien puesto y mi paraguas se abrió al verte allí tirado, corrí a tus brazos y en aquel instante nos sentimos acorralados por el deseo que nos sostenía ebrios, firmes amantes y el mundo a nuestros pies.
      ¡Qué estilo más fino utilizaste! Al quitar mis enaguas, me mojé con todo tu vino, el que me salpicó mi espalda.



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