TERROR EN EL PARQUE

YO CLAUDIO

 

 

                   

 

                                 

                                  Ana Luisa contaba con 15 años recién cumplido, cursaba el segundo medio, buena compañera, excelentes notas, buen promedio en lo global, siempre estaba en los primeros lugares, ya sea en notas, o cuando participaba en algún acto en el colegio, le gustaba escribir y leer libros que le eran de su agrado y conveniencia.

                                  A Ana Luisa lo que no le gustaba era que la metieran en cuentos o en sus juegos que algunos muchachos la culpaban de cosas que ella no cometía y que no tenía defensas que la protegieran para no ser castigada. En casa su padre la protegía siempre, de todo lo que le acontecía, tanto fuera de la casa, como dentro de ella, la consentía demasiado y regaloneaba todo el tiempo que podía o estaba en casa.

                                  Su madre no era igual era más estricta, y siempre le hacía ver las cosas como eran, Ejemplo: no mentir, no andar con escándalos en la calle o en el colegio, ser bien señorita en todo lugar, mostrar lo que de verdad era o valía como mujer, los valores siempre eran en primer lugar y no andar mostrando las piernas a quien se le presente por delante, Ana Luisa lo tenía claro, y le hacía caso en todo a su mama para no tener problemas con ella, sabía que su mama fue criada a la antigua, que le prohibían todo, hasta de juntarse con los muchachos o hablar en la mesa cuando no se le daba permiso para abrir la boca.

                                 Muchas veces su padre la encontró llorando en su cama, y debajo de las frazadas, la abrazaba, le hablaba de lo lindo que es vida, lloraba junto a ella, le pedía que no sufriera o llorara por alguien que no se lo merece o por alguien que no merece su amor, que aquí el único que te ama de verdad soy yo, y que si alguien te robase el corazón algún día, que sea alguien que te amé y que te amé de verdad.

                                  Pero para Ana Luisa, su papá no entendía lo que a ella le sucedía, la niña pretendía decirle lo que le pasaba, pero ella lloraba, que sus compañeros eran malos con ella y no los entendía, a pesar que ella los apreciaba y siempre compartía sus cosas con ellos, les ayudaba en sus tareas para que tengan buenas  calificaciones, sean mejor que ella en todo los ámbitos, que la profesora los alabe siempre y en todo momento y que no le importaba, si a ella se lo agradecían, o no.

                                 Pero cada día a Ana Luisa se la veía con su carita no muy alegre, estaba cambiando sus modales, ya se le veía otro carácter, su mirada no era la misma, estaba cambiando su vos, era mas gruesa y mas profunda, como con rabia, con esa aspereza, como si fuera un pliego de lija, que se usa en los maderos para quitar su aspereza y alivianar un poco, tenía esa furia guardada dentro de su corazón, de su alma, y ensangrentada con esa sangre cuajada por esa rabia que no se podía sacar o apartar de ella, para tener en calma su mente.

                              Cada día que pasaba se le acumulaba más y más rabia, que no se podía quitar de encima. Lloraba y su alma se iba envenenando más y más, se miraba en el espejo y su cara era como una serpiente llena de veneno, que solo quería morder la carne de sus enemigos que le atacaban por doquier, se alejaba de el, se escondía en su alcoba, trataba de olvidarse de lo que le sucedía, su madre conversaba con ella, no había respuesta, su padre le pedía que se desahogara, cuéntame hija que te sucede, por que ese llanto, por que esa mira tan turbia, nos estas asustando, nos preocupa a tu mama y a mi, cuantas noches hemos llorado sin que tú te des cuenta, cuanto sufrimos, cuanto es nuestro dolor que llevamos en el corazón.

                             Algún día lo sabrán por mientras descansen y no se preocupen por mí, estoy cansada, mi mente esta llena de porquería que ni yo puedo sacar de mi cabeza, quiero descansar, déjenme sola por favor, estaré bien. Esta bien hija, descansa, cuando sientas hambre baja para que comas algo, si no te alimentas te puede hacer mal, ya les dije, quiero estar sola, estaré bien.

                             Los papas se marcharon, la dejaron sola, pero sin antes mirarla de nuevo y ver su mirada que les atormentaba y ya le temían, consultaron con un medico para poder encontrar una solución para su hija que no les dejaba dormir tranquilos y lo desvelos no les dejaban pasar una noche calmada, ya su vida era un desastre para ellos que no tenían paz. Ana Luisa descansaba tranquila, su mirada atenta a la ventana, las cortinas corridas, a lo lejos de divisaban las montañas, con su nieve blanca y los árboles que se movían lentamente con el viento que les acariciaba, los pájaros con sus trinos que se oían y que apenas penetraban en sus oídos, escuchando solo un zumbido que no le agradaba y odiaba por momentos.

                            Sus amigos de colegios y compañeros de curso se preguntaban, ¿Qué le sucederá a Ana Luisa, que anda tan rara? No lo se, decían algunos, quien sabe, decían otros, y lo que es más ya no se puede hablar, se enoja por todo, se aleja, se sienta en otro banco, ya no nos dirige la palabra, esta como ausente, como si estuviera en las nubes, ya no es como antes, ayer me encontré con su mama y le conté lo que sucedía con Ana Luisa, y me dijo que ellos, que no han hecho para saber que le pasa, pero no hay respuesta alguna.

                          Ana Luisa, cuando supo que Pablo su compañero se había acercado a su madre para preguntar por su estado, se cayo, y le miro con rabia y se dijo, en vos baja, “tu serás el primero” y “te aré comer tu lengua”  nadie se imaginaba que se traía por debajo del brazo, o cual era su pensamiento, Ana Luisa, se alejo de ahí marchando hacia fuera del colegio, tomando rumbo desconocido, Pablo hizo de igual manera, se despidió de sus amigos y se marcho, según el a casa, pero no contaba que más adelante le estarían esperando, allí en medió de los árboles de aquel parque, que muchas veces recurrían para comer algo o para contar algún chisme entre ellos, donde por obligación tenía que pasar Pablo y claro, le era más corto el camino que ahi le estaba esperando Ana Luisa con un puñal en la mano, al pasar Pablo, le abrazo por atrás, le corto la garganta y luego le corto la lengua dejándola en la boca del muchacho, diciendo, cométela desgraciado, por hablador y por toda las que me hiciste todo este tiempo, así pagaran todos por igual, fuiste el primero. 

                        Al otro día, todos sorprendidos por la no llegada de Pablo, al entrar a la sala la profesora cayo en un llanto, comunicándoles a sus alumnos de lo sucedido con Pablo, pusiéronse todos a llorar y para no despertar sospechas Ana Luisa también rompió en llanto desconsoladamente. Fue algo que no se esperaba, Alejandro se le acerco a Ana Luisa y le dijo, por que lloras tú? si no lo podías ver, que te importa, dijo aun llorosa Ana Luisa, pero por dentro diciendo, empieza a despedirte desgraciado, que tienes las horas contadas.  

                        Profesores y alumnos se fueron a casa de Pablo para asistir a su velatorio, Ana Luisa con sus padres fueron para saludar a los dolientes y darles el pésame. En esos momentos de dolor todos los presentes se preguntaban que fue lo que paso, por que a el, era tan joven y estudioso, era tranquilo y no molestaba a nadie, Ana Luisa que escuchaba las conversaciones de los dolientes y se decía hacia dentro, si hubieran sabido como era de molestoso y burlador, no estarían hablando así.

                        Después del funeral, profesores y alumnos se despidieron de los dolientes, se les vio alejarse de a poco, Ana Luisa le pidió a sus papas que se quedaría un rato más en la sepultura de Pablo, rezo por un buen rato y pidió perdón por lo cometido.

                        Después de un rato se alejo del sepulcro sin mirar hacia atrás y con la mirada fija en Alejandro que se encontraba en la entrada del cementerio, despidiéndose de todos paso delante de el, pego sus ojos a Alejandro y diciendo con la mirada, pronto estarás tú aquí, en esta misma situación.

Ana Luisa se alejo mostrando el silencio de los que se sienten solos por la perdida de un amigo, era su gran mentira, entregada para todos aquellos que creían en ella. Mostraba un dolor que iba más allá que el mismo dolor de los padres de Pablo, como mostraba tanto cinismo, de donde sacaba ese dolor que preocupa a todo el mundo, de donde sacaba lágrimas para derramar si por dentro no lo sentía, no le importaba lo que los otros sentían o lloraban, estaba ciega o no quería ver lo que a los demás le atormentaba al retornar al colegio.

 

                      Al otro día Ana Luisa entro muy despacio, mostrando una timidez que sorprendió a todos, cariz baja, con ojos llorosos e hinchados, como si la muerte de Pablo le hubiese afectado más que a los mismos familiares. Pero su dolor no era tan solo por lo de Pablo, por que por el no sentía nada, solo rabia y conformidad por lo que había hecho, tenía todo preparado antes de cometer el crimen, lo planeo con sumo cuidado, con delicadeza, para no cometer ningún error y ser pillada y encarcelada, Ana Luisa caminaba con tranquilidad por las calles de la ciudad, nadie sospechaba nada y ella tranquila como todo los días, se sentaba en el banco de la plaza y se fumaba un cigarrillo como toda una mujer adulta, sin importar el que dijesen los demás.

                        En su mirada se podía ver los gestos que delataban sus ojos, como diciendo, estoy preparando mi próximo crimen.. por que hay otro mas que necesita descansar y le are lo mismo que a Pablo, poco a poco fue preparando su próximo crimen y estudiando como y cuando tenía que cometer su delito que ya estaba en mente.  Ya habían pasado tres meses de su delito y no sentía ningún arrepentimiento o dolor de parte de ella a los familiares de Pablo, como de igual manera no lo sentía por Alejandro y el dolor que sentirían sus papas, hermanos y familiares, Ana Luisa estaba encerrada en si misma, no importando y sintiendo un solo dolor o temor de lo que podía sucederle algún día, cuando sea encontrada por la policía y ajusticiada por un juez del pueblo o de alguna ciudad, como es la capital, pero no le preocupaba mayormente estaba tranquila.. y tranquila se paro de su banco de la plaza, después de fumar su cigarrillo se fue mirando las vitrinas de las tiendas que mostraban sus colecciones de invierno, por que estábamos en su época y las prendas daban mucho de que hablar. De pronto miro su reloj y empezó a apurar el paso, como si alguien la estuviera apurando y exigiendo que tenía un pedido con suma urgencia y había que hacer una entrega a domicilio.

                             Ya tenía todo preparado, el acto estaba a punto de comenzar, faltaba el director de la obra que diera el vamos y se daba el comienzo a la función, a todo esto Alejandro no sospechaba nada, estaba tranquilo en su casa pero de pronto se paro de su asiento y salió, para donde?, no sabía, era como si alguien le estuviera llamando y que por favor se apurara, como si fuese algo urgente, tomo su bicicleta y se fue con dirección al parque, allí mismo, donde perdió la vida Pablo.

                              De su deceso ya habían transcurrido un poco más de tres meses, Ana Luisa escondida tras de un árbol de Laurel muy grueso quizás de unos quinientos años o más, se encontraba tranquila y muy bien escondida para que Alejandro no la viera al pasar por ahi, cuando Alejandro se detuvo justo donde ella quería, alzo las manos con el puñal apuntando su garganta se la rozo sin pensar un segundo degollando su cuello y luego arrancando la mitad de su lengua para dejar dentro de su boca diciendo “come tu lengua maldito chismoso y burlador” allí quedo tirado el cuerpo, en medio de la maleza del bosque, siendo utilizado el mismo lugar que uso, para dar muerte a Pablo.

Después de haber cometido su fechoría se largo muy tranquila como diciendo aquí no ha pasado nada.

                              Al llegar a casa, no se encontraba nadie, lavo tranquila sus cosas y después se dio una ducha para no despertar sospechas ante su madre, los vecinos y amigos que la frecuentaban siempre, no encontrando nada en ella, ni siquiera un rasguño, todo lo hacía con cuidado y rápido, para que la víctima no alcance a tener una reacción que le pueda salvar de las manos de la asesina que le arrebataba la vida.

                              Al otro día al ser encontrado el cuerpo por unos muchachos que salían a correr por el parque, se dieron cuenta que en medió de unos arbustos, se encontraba el cuerpo de un hombre de baja estatura y un cuerpo hinchado, por las horas de su deceso, la policía al llegar y percatarse de lo sucedido pudo darse cuenta que la víctima sufrió del mismo modo que el primer homicidio, no dejando huella alguna, complicando aun más las cosas para el agente quien tomo el caso, los policías caminaban de un lugar a otro, para ver si encontraban algo que les pudiera ayudar en este macabro crimen que se vuelve a repetir de la misma manera que el anterior, Ana Luisa se dirigió al lugar de los hechos cuando se hizo presente ante el cuerpo, dio un feroz grito, cayendo de rodillas ante el cuerpo sin vida de su amigo Alejandro, el policía le abrazo y le ayudo a levantarse, para Luego convidarle un vaso de agua para calmarla por un momento, después preguntarle si le conocía, Ana Luisa con voz quebradiza, contesto que si, reconocía que era compañero de curso en la escuela “Dominique Pague” y que cursaban el Segundo año medió, que sabía donde vivía,  dando la dirección del muchacho fallecido. Ana Luisa no daba sospecha alguna, por que hacía un buen papel para despistar toda sospecha hacia los policías.

                            Quedando sentada a orillas de un riachuelo, simulaba en todo momento y las lágrimas que salían de sus ojos no podían ser mas falsas, mentirosas, engañadoras y en las propias barbas de los policías, pronto se paro y se puso a caminar dando vueltas y vueltas por el parque, enterándose de lo que se hablaba entre policías, habrá que hacer un resguardo de este parque y esperar que de sus paseos el delincuente o alguien que nos pueda dar sospechas y poder detenerlo e interrogarlo, tiene que ser una persona mas o menos fuerte o robusto , por que el difunto tenía su estatura y bien formada, todo esto me tiene loco no se por donde empezar, cuantos más vendrán o para ser más claro, cuantos crímenes se han de cometer, o por Dios ayúdame, Ana Luisa escuchando todo se reía y a la ves decía, “son cinco más” no te preocupes, después o por último será Ud, señor policía, les costara pillarme, por que pasaran días, noches y quizás meses y no me encontrarán.

                            Ana Luisa se alejo riendo con una risa temerosa que todos los policías y gente que estaba allí presenciando este acto delincuencial, se asustaron y mirando para todos lados, no vieron a nadie, solo divisaron a Ana Luisa que se dirigía hasta la entrada del parque.

                             En su trayecto Ana Luisa se conversaba a solas, como quien dice parlaba con su amiga imaginaría, reía mientras iba preparando su próximo crimen.

                             Fueron siete los crímenes que la niña cometió en menos de un año y la policía estaba aturdida por que no podían aclarar nada, caminaban de un lado a otro sin llegar a un buen puerto.

                             De todo esto ya han pasado varios años y estos casos están sin resolver.

                             Un nuevo comisario es nombrado y se le han entregado los papeles o los casos que no han podido llegar a su fin, pero hoy se ah declarado un nuevo episodio o un nuevo crimen, a llegado a las manos de la policía, siendo el caso de muerte y en las mismas condiciones, como en los anteriores los degollaba y les cortaba la lengua para dejarla dentro de su boca, con una nota que decía, “fuiste demasiado hablador” prometí que serías el último y cumplí y ahora quien vendrá, será o es la gran pregunta que deben hacerse, ¿verdad señores policías? Y dejaba una carcajada en su escrito.

                           Fueron palabras terroríficas para la gente que leyó el diario, palabras que las policías quedaron en choc, se miraban unos a otros, pensaban, a quien le tocara ahora.. el comisario les hablo, señores, quiero que desde hoy en adelante nadie me camine solo, por las calles, deben hacerlo en compañía de un compañero, estoy preocupado, nervioso, por lo que pueda pasar desde hoy en adelante.

                           Desde ese momento, comenzó un calvario para los policías, reunir los casos y buscar nuevos motivos, volver los videos que los tenían atormentados todo este tiempo, pero al revisar todos los videos una y otra vez  quedaban  con esa pregunta tan inquietante y sin respuesta que los dejaba en un mismo lugar, sin que pudieran avanzar, solo con una manos en la cabeza y rascarse un poco y  dar un grito, como si estuvieran locos, bueno por que la niña  Ana Luisa lo quería así.

                           Claro que a esta altura ya no era una niña, era toda una mujer adulta y lucía una cara que era de temer. Grace era una policía de buen parecer, una muy buena policía, sus compañeros la querían, y le tenían mucho respeto, pero Grace, quedo preocupada, y pidió a su jefe si podía ver de nuevo el video, el comisario que era su jefe directo, quedo sorprendido y dijo veámosle de nuevo, quiero que me des una buenas respuesta, Grace miro y miro una y otra vez el video y dijo, me parece extraño, que en cada video esa niña aparezca, miren su mirada, vean como se aleja en cada jornada y ahora vean como dirige la mirada al jefe Undurraga y el  dedo que le apunta al jefe, que quiere decir con ello, que es lo que quiere decirnos, miren ahora cuando se aleja del parque, como se vuelve y el gesto que hace con sus dedos en el cuello, la mirada se queda fija hacia el jefe, es ella nuestra asesina que hemos perseguido desde años y no le dábamos importancia por ser una niña, pero lo que no sabíamos que esa niña era la asesina de los jóvenes que murieron en sus manos y por último con su mirada le dice al jefe, tu serás el último, tenlo por seguro, maldito policía.  

                           Y aquí nos tiene preguntándonos como unos tontos, debemos salir de inmediato en su busca, vamos.. pero al llegar a su domicilio, no estaba allí, ya se había marchado a otro lugar, sus papas se preocuparon y preguntaron, ¿Por qué la buscan? La policía contesto, por todas las muertes que cometió señora, la mama y su papa quedaron anonadados por este caso que ellos jamás lo hubiesen creído, pero como venía de la policía se echaron a llorar diciendo, ¡¿Porque hija, porque?!

Cuando todos creían que se habían calmado todo esto de los asesinatos en el parque, comenzó de nuevo la polémica, pero ahora era por Ana Luisa, de la que nunca se pensó, de la que creían la mosquita muerta, sus papas estaban derrotados, se querían morir, la mujer policía, se hecho a sus hombros y trato de consolarlos, prometiéndoles, que siempre iba a estar con ellos, y así fue, cada día que pasaba, allí estaba. El tiempo pasaba rápido y nada se sabía de Ana Luisa.

                              Al parecer se la habría comido la tierra porque nadie sabía de su paradero, los días corrían de prisa, Ana Luisa los tenía corriendo tras de ella, el jefe policial pensaba y pensaba, ya no sabía de donde sacar más ideas para darle a sus compañeros, hasta que un buen día se acerco un caballero, diciendo que era doctor, el jefe policial, quedo en suspenso, no sabía que decir, a que referirse, pero el hombre dijo, a la mujer que ustedes buscan yo se donde se encuentra y se llama Ana Luisa, pero ahora tiene otro nombre, y se hace llamar, Macarena Andrea Ampuero Leiva y se encuentra aquí, al frente de ustedes, en la casa de dos pisos de color azul, arrienda el cuarto numero 6 que da a la ventana, mirando para acá.

                             Ella se hizo la cirugía plástica y como la vamos a reconocer para atraparla, yo les daré una foto, es ella, como le creeremos, como podemos saber si nos dice la verdad, ella tiene un lunar en el glúteo izquierdo y un lunar en el pezón derecho, la mujer policía se fue a donde los padres de Ana Luisa, para saber si todo esto era verdad. Los papas de Ana Luisa confirmaron la pregunta de la policía y se marcho hasta el cuartel policial para dar confirmación de lo buscado, de inmediato el Teniente dio ordenes de apresar a la mujer, pero cuando llegaron a la habitación de Ana Luisa, esta ya no estaba y allí en un velador encontraron un papel que decía, “Doctor por delatarme morirás, pero antes morirán cada miembros de tu familia. Las policías, corrieron en busca del Doctor para ir en ayuda de sus familiares que en ese momento corrían peligro en su hogar, pero cuando llegaron no había nadie en casa, se asustaron, en ese momento el Teniente recibió una llamada, oye tú, policía, no me sigas fastidiand,o aléjate de mi o morirás en cualquier momento, te lo prometo, tenis las horas contadas, puede ser hoy o mañana. corto, el jefe policial se sentó en la acera y se puso a pensar y miraba para todos lados.

                               El jefe policial grito con todas sus fuerzas, “ no te tengo miedo, si quieres ven por mi, te encontraré maldita!!! y se dejo caer arrodillado en el césped, su gente pregunto que estaba pasando, el contesto, me llamo diciendo que me mataría hoy o mañana, que debo hacer, debe quedarse en el cuartel, para mayor seguridad, eso aré, en estos momentos debe de andar por aquí, ella sabe que estoy aquí, quiero que se escondan o váyanse de aquí para no levantar sospechas y rodeen un kilómetro a la redonda y veremos si la podemos atrapar, se hizo todo lo que se pudo, pero fue imposible,  la familia del doctor se encontraba en el cuartel policial por mientras buscaban un acomodo para ellos.

                               Ana Luisa, seguía en el mismo lugar, reía y decía, pobres tontos, nunca me atraparan.

                               Los policías estaban locos, no querían más guerra, solo querían terminar con esto y largarse a descansar a sus casas, pero les era imposible, sabían que esto iba a continuar y se preguntaban, quien sería la próxima víctima, estaban preocupados, temían por su jefe y cuando sería su ejecución, no le dejaban un rato libre ni solo, el cuidado del Doctor y su familia, era otro problema que les preocupaba y que no podían dejarlos solo, debían cuidarlos día y noche. 

                                Pero a Ana Luisa se le tendió una emboscada, dio resultado, se le pidió al teniente de la policía de investigaciones, que saliera y sirva de carnada y así se le podría atrapar, el jefe policial coopero sin poner condiciones, hizo tal como se lo pidió, Grace la mujer policía y la policía entera se fue a esconder al parque, para dar sorpresa a la mujer, fue entonces que el jefe policial, se fue al parque sin que Ana Luisa se diera cuenta y le siguió a una distancia prudente para no levantar sospechas y ser detenida, pero no se percato que dentro del parque se encontraba todo un contingente, policial esperando por ella, fue algo como en las películas, fue tomado con calma y buena letra, cuando Ana Luisa se le lanzo al policía, se lanzaron todos a Ana Luisa, con pistolas en manos y gritando con fuerza “Arriba las manos Ana Luisa, te hemos atrapado ya no tienes escapatoria, suéltalo, o disparamos, ya no tienes nada que hacer" Ana Luisa se encontró atrapada, soltando el arma blanca, dejándolo caer al piso y ella también se dejo caer de rodillas y mirando fijo a los policías que se le abalanzaron encima colocándole las esposas y trasladándola asta el cuartel policial.

                               La dejaron en una celda, custodiada por tres policías, todos armados, como si fuera una tremenda delincuente y lo era.

                               Al otro día fue presentada, ante el Juez, se le presentaron sus cargos, el Juez muy atento escucho, luego consulto a los señores del jurado, todos dijeron, “CULPABLE” el juez sin tener nada mas que decir, le dio a Ana Luisa, cincuenta años por cada homicidio cometido, que fueron 8 en total, lo cual recibió 300s años de cárcel sin beneficio alguno y por fin este caso se a cerrado, he dicho. La Policía y toda la población o la ciudad en conjunto quedaron tranquilas, al saber que había sido detenida Ana Luisa la asesina de sus compañeros de curso y el intento de homicidio de un policía. Se pudo ver a todos los medios informativos de esta tremenda noticia que prácticamente nos tenía a todo incomodados en las calles y en nuestras casas. Cuando el Juez leyó la sentencia, miraba de reojo a Ana Luisa y como que quedaba asustado quitando su mirada de forma rápida y trataba de terminar luego su lectura que lo tenía preocupado, en tanto Ana Luisa le miraba con ojos grandes fijos y monstruosos que le asustaba a cualquier persona, cuando el Juez termino de leer la sentencia, se paro de su asiento y se retiro de inmediato, desviando la mirada a Ana Luisa por el temor que esta mostraba hacia su persona, de esta manera quedo esclarecido estos crímenes que Ana Luisa cometió por el solo hecho que sus compañeros le jugaban bromas pesadas y que le solían acusar de algo que ella no había hecho, todo esto la llevo a enfurecerse y cometer los crímenes antes dicho o relatados, quizás cuando todo esto se allá calmado, trataremos de conversar con ella y saber cual fue la razón que la llevo a cometer tan horribles crímenes a sus propios compañeros y por que uso esa manera de desquitarse o vengarse de ellos.  

                                                                                                     FIN

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  • Autor: Yo Claudio (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 14 de febrero de 2021 a las 17:27
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 14
  • Usuario favorito de este poema: alicia perez hernandez.
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Comentarios2

  • alicia perez hernandez

    INTERESANTE RELATO...
    Mantienes al lector a la orilla de sus asiento, avanzando en la lectura por querer el final, para terminar en un desenlace fatal.
    saludos y abrazos poeta
    feliz día del AMOR y la amistad!!

  • Elena. DC

    Buen relato de mucho suspense amigoo
    felicidades y saludos...



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